De vez en cuando aparece una comedia que se sale fuera de la banalidad acostumbrada para provocar más de una risa, pero una risa producto de un guión inteligente.
“Damas en guerra” es un buen ejemplo de lo que trato de explicar. Esta comedia, que puedo señalar como irreverente en varios momentos, ha dejado una estela de satisfacción y de sorpresa por la forma desenfadada en que está establecida.
Teniendo a Kristen Wiig, encabezando un reparto atípico de mujeres de sin tapujos, se cuenta como a Annie, una dama de honor cuya vida se desenvuelve en varios tonos e insatisfacciones, le es encomendada la misión de ser la dama de honor de la boda de su mejor amiga.
Esto, al parecer, no le puede traer muchos problemas, pero no le será tan fácil como parece, puesto que otra tratará de arruinarle su trabajo y le creará muchos conflictos internos. Paralelamente su vida es un desastre puesto que fue abandonada por su novio y piensa que esta oportunidad es una prueba de hacer las cosas bien.
Este tortuoso camino por la realización de una boda perfecta será la justificación para crear las más atípicas situaciones escritas por la propia Kristen Wiig y Annie Mumolo quienes, como guionistas, arman una serie de situaciones chocantes pero a la vez divertidas.
A su vez la actriz Kristen Wiig es la gran sorpresa de este filme. Su manera particular de interpretar a este personaje desadaptado la convierte en una de las revelaciones de este año.
Paul Feig, curtido en la zona de la televisión, conduce esta comedia por un camino lleno de sorpresas por la calidad de su guión y la gracia de su elenco.
“Damas en guerra” es una de esas sorpresas agradables que a veces uno encuentra en el camino fílmico de la vida.