Título original: It. Género: Terror. Dirección: Andrés Muschietti. Guión: Chase Palmer, Gary Dauberman (Libro: Stephen King). Reparto: Bill Skarsgård, Jaeden Lieberher, Sophia Lillis, Wyatt Oleff, Jeremy Ray Taylor. Duración: 2 hora 15 minutos. Clasificación: + 16 años. País: USA
Hace 27 años, el público amante del cine de terror, vio la versión cinematográfica de una de las obras del laureado escritor Stephen King que se posicionaba en el regazo particular del género del terror.
“It”, aunque no es de nuestras adaptaciones preferidas del maestro de la literatura de terror, se convertiría en una de las versiones cinematográficas con ciertas complejidades argumentales, puesto que su premisa tocaba muchas aristas del mundo infantil donde un payaso de nombre Pennywise era el elemento del terror.
Ahora, con esta nueva adaptación que realiza el argentino Andrés Muschietti (Mamá, 2008), se coloca nuevamente la atención del público frente a este trabajo y que, además, juega con un elemento argumental que plantea que cada 27 años este personaje se hace presente en el pueblo de Derry.
Combinando varios factores de modernidad, el filme se lanza hacia un terreno que se va construyendo sobre la base argumental provocadora del mismo King, tratando de significar ciertos puntos dentro de la sociología propia de estas películas.
Subyacentemente se plantea cuestiones sociales sobre la posición que toman los personajes de los niños como un joven negro víctima del racismo, un judío de familia represiva, una chica que sufre el constante acoso de su padre y un niño discriminado por su obesidad. Todos esto amalgamado con la violencia escolar, la desaparición de jóvenes, los traumas infantiles, la pérdida de la inocencia, las leyendas urbanas y otros elementos circunstanciales.
Así la diversidad de los problemas existenciales presente en su temática sirve para jugar con los resortes de terror que en cierta medida opaca la tensión que puede provocar en el público. Su riesgo de llevar el filme por los rincones del gore, puntualiza su propósito de moverla por un nivel superior a la versión ochentera, aunque recrea esa misma época.
Su estilo no rehúye a la formalidad del género y se concentra en provocar un sentido de ansiedad entre el público con las mismas fórmulas y mecanismos
Aunque el trabajo de Muschietti no nos convence en su totalidad, el filme ha calado dentro del gusto de la generación “Stranger Things”, una audiencia que cada vez crece más por los nuevos directores que han asumido el relevo generacional dentro de este particular género.