Título original: The Revenant. Género: Drama/Aventura. Dirección: Alejandro González Iñárritu. Guión: Mark L. Smith, Alejandro González Iñárritu (Novela: Michael Punke). Reparto: Leonardo DiCaprio, Tom Hardy, Domhnall Gleeson, Will Poulter, Forrest Goodluck. Duración: 2 horas 36 minutos. Clasificación: + 12 años. País: USA

La sexta película de Gonzalez Iñarritu implica, para el propio director, una especie de cúspide, proceso que ya fue iniciado desde que, gracias a la colaboración del guionista Guillermo Arriaga, ofreciera al público la extraordinaria cinta “Amores Perros” (2000).

Este cineasta mexicano ha sabido aprovechar los mismos entuertos del cine hollywoodense, abrirse un espacio dentro de esta industria tan competitiva y lograr los reconocimientos alcanzados.

Podría decirse que “Revenant” (El Renacido) es una cinta que abarca mucho de las buenas cualidades que como cineasta posee Iñarritu. Su destreza para empujar a los personajes por terrenos pedregosos y lograr resultados impresionantes, lo ha llevado a situarse dentro de los mejores de la industria en estos momentos.

Después de su extraordinaria “Birdman” (2014), película que le dio tres Oscars, incluyendo dirección, guión y película, ahora se va por una aventura donde despliega todo un espacio dramático salvaje para contar la historia del explorador Hugh Glass quien sirve de guía de unos recolectores de pieles en los Estados Unidos de 1823.

Tras ser atacado por un oso, Glass es abandonado a su suerte por un miembro del equipo expedicionario. No obstante, su voluntad de venganza lo lleva a vencer toda dificultad.

La historia abarca diferentes rutas de lectura, puesto que su contexto dramático impulsa una serie de niveles que se pueden percibir dentro de su discurso.

La inmensidad del paisaje frente a la debilidad humana, la razón de la venganza de un hombre que lo ha perdido todo o el viaje de un ser humano por las más intrincadas pruebas de la existencia.

Por estas razones el filme se ubica desde distintas perspectivas de análisis en la cual Iñarritu saca el mejor partido para cada escena. Por su parte, se encuentra un Leonardo DiCaprio comedido, interno, el cual utiliza los silencios propios de su personaje para entablar un diálogo más que elocuente. Pero también un Tom Hardy quien ofrece la estratégica antagónica ideal.

La fotografía de Enmanuel Lubeski obtiene una supremacía objetiva para poder retratar, de la mejor manera posible, los encuadres dramáticos, equilibrando lo portentoso del paisaje con lo íntimo del personaje de Glass; acompañado de los acordes del magnífico músico Ryuichi Sakamoto.

Acercándose al cine de Kurosawa o Herzog, este cineasta azteca no rehúye a las propias influencias al momento de narrar su filme, haciendo paralelismos entre la lucha interna de un hombre y las fuerzas naturales que definitivamente lo laceran.

“El Renacido” es un cine reflexivo, pero a la vez de aventura y entretenimiento que no pierde su razón como espectáculo audiovisual.