Título original: Ready Player One. Género: Ciencia Ficción. Dirección: Steven Spielberg.Guión: Ernest Cline, Zak Penn (Novela: Ernest Cline). Reparto: Tye Sheridan, Olivia Cooke, Ben Mendelsohn, Mark Rylance, Simon Pegg. Duración: 2 horas 20 minutos. Clasificación: + 12 años. País: USA.
Sin ninguna duda, la novela de Ernest Cline posee todos los elementos que caracterizan a los filmes actuales de aventura que están confeccionados a base de una nostalgia simple por eventos o productos que han marcado a una generación.
Quizás este haya sido un factor que contribuyó a que Steven Spielber se enfrascara en esta titánica tarea de adaptar esta novela al mundo de la pantalla grande.
“Ready Player One” hace una combinación de varias estructuras de los filmes de aventura y ciencia ficción, cuando plantea un mundo virtual infinito llamado Oasis donde todos los jugadores del mundo buscan una serie de easter eggs escondidos entre acertijos y misiones secretas. A esto se le suma su aderezamiento con elementos importantes de la cultura popular de los 80 y 90.
En este panorama se encuentra Wade Watts un adolescente que cada vez más encuentra validez de su existencia en el mundo virtual que en el real. Un día, el excéntrico y multimillonario creador del mundo virtual fallece, pero deja a todos los jugadores un último juego donde todos pueden llegar a ser el dueño absoluto de esta realidad. Esto desata una carrera sin precedentes para conseguir el objetivo que plantea su creador.
Spielberg se enfoca en aquellos elementos que benefician a la trama y consigue combinar muy bien aquellos nostálgicos (lo cual los incluye sin afectar a la trama) con la estructura de una típica cinta de aventura. Pues no los coloca como meras justificaciones, cada elemento posee sus propias intenciones dentro de la historia creando una cierta complejidad en cada escena expuesta.
Los efectos visuales sumergen al espectador dentro de una serie de variantes estéticas, pero a la vez unificadas por la trama y los objetivos que cada personaje tiene que cumplir. Aquí el mundo cuasi distópico de naturalezas retro y ofrecimiento de avanzadas tecnologías de inmersión, se distribuyen de manera equitativa dentro de un universo dinámico y complejo.
El diseño y la mezcla de sonido juegan un papel preponderante pues sus secuencias de acción son altamente convincentes haciendo que el espectador asuma los avatares como personajes tan reales como los humanos.
Internamente toda esta aventura de ciencia ficción también se distribuye una historia de amor adolescente (aunque no es su punto fuerte) que se sintoniza con las demandas del público juvenil que consume este tipo de producto cinematográfico.
Spielberg demuestra que la edad de un director maduro no es obstáculo para abordar temas adolescentes y este, aunque parezca extraño, es uno de los trabajos más complejos de este director por el mundo que tuvo que recrear y por la cosmovisión general del filme que se mantiene firme en todas sus partes.