Título original: Justice League. Género: Ciencia Ficción. Dirección: Zack Snyder. Guión: Chris Terrio, Joss Whedon (Historia: Zack Snyder, Chris Terrio). Reparto: Ben Affleck, Gal Gadot, Ezra Miller, Jason Momoa, Ray Fisher, Henry Cavill. Duración: 2 horas 21 minutos. Clasificación: + 14 años. País: USA
Para la DC Comics, rival absoluto de Marvel, proyectar a sus superhéroes dentro de un mercado saturado por la inventiva de los productores para sacarle el mejor provecho a esa literatura pulp, es una tarea difícil que ha conllevado serios sacrificios por los fracasos que ha tenido en taquilla y crítica.
Sólo la versión en solitario de “Wonder Woman” (Patty Jenkins, 2017) ha podido restablecer un poco la confianza de que todavía esta compañía y sus productos pueden seguir dando la batalla.
El propósito de la Extended Universe de la DC no es más que la reformulación de sus intenciones al formar nuevamente el equipo justiciero (en la unión está la fuerza), y servir un episodio que pueda garantizar y mantener las expectativas de los seguidores.
Pero el problema que se encontraron después de “Batman vs. Superman” (Zack Snyder, 2016) era justificar la resucitación de Superman, puesto que no hay Liga de la Justicia sin este. Por eso el apuro del guión de advertir desde el inicio que Superman de alguna manera estará en el equipo de superamigos.
Ahora le toca a Bruce Wayne reclutar un equipo de metahumanos para hacerle frente a una nueva amenaza que pone en peligro a la Tierra. Wayne, junto a la Diana, Aquaman, Cyborg y Flash, intenta ofrecer la mejor solución para salvar a la humanidad.
Pero la amenaza de villano de turno, de simplemente destruir a la Tierra, no logra sustentar una justificación procedimental para que los súper héroes asuman el temperamento contractual de contrarrestar este mal.
Esto más bien se siente como la justificación para que ellos puedan accionar sus respectivos momentos de acción y mostrarlos como figuras que intentan ofrecer una sola misión: entretener.
Para esto el guión de Chris Terrio y Joss Whedon intenta ofrecer momentos de humor entre los personajes que se sienten dirigidos por el bien común de la historia y los requerimientos básicos que ella misma exige.
Snyder luce apresurado para que todo funcione, por eso su sobrecarga de efectos visuales y la arremetida de una banda sonora que busca conectar con una audiencia joven, pero que también deje espacios para la recreación temporal de aquellos que han vivido muchas de las anteriores aventuras y versiones.
Lo que percibo de este intento es que pudo ser mejor, más coherente y menos cargada de narrativa publicitaria, pues sólo se queda en una parafernalia de recursos que no logra convencer.