Título original:
Phantom Thread. Género: Drama. Dirección: Paul Thomas Anderson. Guión: Paul Thomas Anderson. Reparto: Daniel Day-Lewis, Vicky Krieps, Lesley Manville, Richard Graham, Bern Collaco. Duración: 2 horas10 minutos. Clasificación: + 14 años. País: USA

Paul Thomas Anderson se caracteriza por tener cierta cualidad para buscar la mejor manera posible para que sus personajes y el entorno que los rodea, tengan una combinación de intriga, maquinación y profundidad metódica.

Desde “Boogie Nights” (1997), “Magnolia” (1999), filmes que expusieron inmediatamente su talento y su destreza de escritura, Anderson siempre ha buscado la perfección en las cosas imperfectas de sus personajes sin que esto sea una pesquisa inútil, puesto que sabe que ellos actuarán según las convicciones circunstanciales que los rodea.

Esta vez selecciona a Londres de la posguerra, en 1950, para detallar la vida de un exigente modisto de nombre Reynolds Woodcock y su hermana Cyril quienes están a la cabeza de la moda británica, vistiendo a la realeza y a las más importantes mujeres de la época.

Como todo profesional obsesivo con la limpieza, la disciplina y la perfección, concentra su vida en ofrecer lo mejor sin que nadie interfiera en sus propósitos. Pero un día Reynolds conoce a Alma, una joven que se convierte en su musa. Este conocimiento hace que su rígida y monótona cotidianidad se trastoque al iniciar un romance con esta mujer.

Anderson inicia luego un estudio de razones intrínsecas en la vida de ambos, razones que van modificando su mirada interna y cubriendo toda la superficie de glamur y elegancia, pero dejando entrever fisuras retorcidas en el interior donde el público va percatándose en la medida que va aproximándose a estos personajes.

La exquisitez de la imagen y la postura que toma la cámara frente a ellos, es realizada bajo una costura fina que va cosiendo cada pliegue del modélico contorno que el propio director presenta en cada escena.

La música de Jonny Greenwood ayuda a sostener cada escena y la cubre de un manto superficial de puntualizada motivación que se combina con la elegancia resumida en el vestuario. Mientras que la fotografía realizada por el propio Anderson, detalla su inclinación por el posicionamiento clásico de la cámara proponiendo un marco perfecto para el drama expuesto.

Daniel Day-Lewis, segunda colaboración con este director desde “Pozos de ambición” (2007), trata de comprender a su personaje describiendo la turbadora mentalidad de Reynolds por alcanzar la perfección y la negación a trastocar su propio principio profesional.

El balance femenino que lo rodea está compuesto por la actriz Vicky Krieps como Alma, la que representa cierto grado de pureza y virginidad, pero ofreciendo detalles un tanto retorcidos en su búsqueda por tener la atención de Reynolds y Lesley Manville como Cyril, su hermana, equilibra sus emociones y lo somete a un espacio de vigilancia interna. Esto resume en que todos ofrecen una actuación con cierto aire de magnetismo que elevan el nivel estructural de esta obra.

“El hilo fantasma” es un interesante melodrama posmoderno que se aboca a conquistar los gustos más exigentes dentro del arte cinematográfico.