Título original: Wind River. Género: Drama/Thriller. Dirección: Taylor Sheridan. Guión: Taylor Sheridan. Reparto: Jeremy Renner, Elizabeth Olsen, Julia Jones, Graham Greene, Jon Bernthal. Duración: 1 hora 40 minutos. Clasificación: + 14 años. País: USA

Para Taylor Sheridan el extraordinario acabado que posee este segundo largometraje no es una casualidad. Después de “Vile” (2011), Sheridan ha escrito para otros realizadores excelentes argumentos como “Sicario” (Denis Villeneuve, 2015) y “Hell or High Water (David Mackenzie, 2016).

Este tremendo ejercicio como guionista, que le ha servido a otros, también apunta a su naturaleza de ser un gran artífice de historias cargadas de dramatismo, profundidad psicológica en sus personajes y de crear atmósferas donde el paisaje también adquiere una dimensión trágica.

Sheridan propone, en su segundo largometraje “Muerte misteriosa” (Wind River), una historia basada en eventos reales en la que somete las indagaciones de una agente del FBI para esclarecer la muerte de una joven ocurrida en una reserva de nativos americanos. Para esto se auxilia de un avezado guía y cazador que trabaja para el gobierno en el servicio de vigilar a los depredadores que atacan el ganado en la reserva de Wind River.

Para la poca experta agente Jane Banner su llegada al lugar se convierte en la introducción a la profundidad de una región misteriosa para ella, donde las separaciones y discriminación frente a los nativos americanos todavía está presente, declarada a través de algunos personajes secundarios como el de Graham Greene.

Pero también es una prueba más para el guía de la región de someterse a un pasado traumático, pues el descubrimiento del cuerpo de la joven lo lleva a tratar de recuperar aquellos recuerdos de su malograda hija que murió bajo circunstancias también no esclarecidas.

Jeremy Renner como en guía y Elizabeth Olsen como la agente, se acoplan muy bien para la representación de sus respectivos personajes, donde la experiencia y la voluntad y perseverancia se equilibran dentro de un contexto dramático singular.

Sheridan somete su drama dentro de una atmósfera invernal, pero a la vez parece que toda esa nieve quema hasta los huesos, como si recreara esos desiertos de los westerns logrando aproximaciones particulares a su estado natural.

La narrativa va conteniendo todos los posibles reclamos superficiales de la voluntad de sus personajes y de las pistas que van descubriendo a cada paso para revelarlo dentro de un tercer acto que pasa fugaz, pero efectivo y con un flashback colocado en el momento justo y sin que el público lo demandara, pero el realizador lo revela para ofrecer su punto de vista sobre lo que determinó la muerte de la joven.

La labor del fotógrafo Ben Richardson para rodar en medio de montañas nevadas y de las aportaciones en la música de Nick Cave y Warren Ellis, le ofrecen al film los toques esenciales para moldear sus bordes y establecer sus dimensiones para los picos dramáticos.

“Muerte misteriosa” es un thriller agudo, sórdido, de intensión política que refleja el gran ojo que posee el realizador para tocar temas de profundo trasfondo social que lo convierte en uno de los mejores filmes estrenado en este año en el país.