Título original: Aala Kaf Ifrit. Género: Drama. Dirección: Kaouther Ben Hania. Guión: Kaouther Ben Hania. Reparto: Neder Ghouati, Mariam Al Ferjani, Mourad Gharsalli, Ghanem Zrelli. Duración: 1 hora 40 minutos. Clasificación: + 14 años. País: Tunez
Una joven de nombre Mariam está disfrutando de una noche de fiesta hasta que, en esa misma noche, es violada por un grupo de hombres.
Al principio, pudiera parecer un filme de una mujer abusada. Pero en la medida que se interna en los hechos y en el periplo de su actitud de hacer la denuncia, la historia se convierte en una radiografía del abuso y la corrupción del poder.
Mariam puede parecer una estadística más dentro de una sociedad dominada por hombres, pero su actitud de enfrentar ese poder masculino es lo que desata la comprensión de hablar de ciertos temas que gravitan en esa sociedad tunecina.
El espectador, entonces, se encuentra dentro de un filme que va tomando una posición de reflexión, a veces beligerante, pero nunca panfletaria. Su denuncia va por esos espacios donde el discurso intercede entre la amenaza del poder y la victimización. Puesto que la estudiante no solo es chantajeada por la Policía, sino presionada y amenazada por ellos mismos.
El filme revela una situación social que está viviendo Túnez después de que las mujeres salieron a manifestarse en la llamada “Revolución de los jazmines” del 2011 que dio al trasto con el régimen de Zine al-Abidine Ben Ali.
La película toma ese feminismo y lo traduce en una lucha individual de mujeres empoderadas que no se doblegan ante los abusos de la cual son objetos. Esta mirada de género que hace su realizadora Kaouther Ben Hania (Le Challat de Tunis, 2014) es la mejor arma con la que cuenta para reflexionar sobre un aspecto social que lacera las relaciones entre hombres y mujeres.
La manera en que utiliza la cámara es como un acompañamiento simbólico al periplo de abusos que sufre su protagonista. El espectador se hace partícipe de su odisea existencial, teniendo una perspectiva particular sobre las distancias que se van creando entre la víctima y los victimarios.
De esta manera el título toma cierto sentido metafórico en todo cuanto le sucede a la protagonista, pues “La bella y los perros”, en su traducción del título francés “La belle et la meute” (La bella y la manada), se convierte en una historia donde la caperuza es un hiyab y Miriam es la joven que cruza ese bosque oscuro y lleno de lobos abusadores y peligrosos.
La actriz Mariam Al Ferjani enfoca toda su voluntad en ofrecer una mirada descarnada de la injusticia, pero también de la reclamación que hace sobre sus derechos como mujer y ser humano.
“La bella y los perros” es un filme valiente sobre la temática de la identidad de las jóvenes que tienen que superar una estructura patriarcal dentro de una sociedad violenta frente a ellas mismas.