Título original: Conducta. Género: Drama. Dirección: Ernesto Daranas. Guión: Ernesto Daranas. Reparto: Armando Valdés Freyre, Alina Rodríguez, Silvia Águila, Yuliet Cruz, Amaly Junco, Armando Miguel Gómez. Duración: 1 hora 48 minutos. Clasificación: +12 años. País: Cuba
Desde el filme cubano “Fresa y Chocolate” (1993) de Tomás Gutiérrez Alea en colaboración con Juan Carlos Tabío, no se había visto un filme latinoamericano tan sincero como autocrítico donde expone con muchos detalles significantes lo que es la sociedad cubana actual.
Dirigida por Ernesto Daranas, quien ya había motivado por leer su cine en “Los dioses rotos” (2008), “Conducta” es un cine con la mejor clave social para tratar de entender lo que todos creen entender sobre la razón humana de indagar en la mejor forma de vivir y hasta de sobrevivir a los embates que la misma vida entrega.
Este es un drama que habla de la escuela, la educación y de los conflictos presentes en todo niño y niña que trata de buscar en la enseñanza diaria, su motivo para conocer la sociedad en que vive.
En “Conducta” gravitan tres personajes claves para descubrir el universo que el mismo director muestra. Por un lado está la profesora Carmela (Alina Rodríguez) quien no negocia su verticalidad y su compromiso, aunque sea de forma irreverente, de educar a sus alumnos para que ellos piensen por sí mismos.
En el otro lado está Chalas (Armando Valdéz), quizás una de las más cautivantes actuaciones infantiles de los últimos años en el cinema latinoamericano, quien con su coraje histriónico nos muestra la valentía de un joven que, a pesar de su conflicto interior, desafía todos los pronósticos establecidos de la estigmatización social hacia el fracaso.
Y en el centro del drama gravita Sonia (Yuliet Cruz), la madre de Chalas, quien destrozada por las circunstancias, se apoya en su hijo para encontrar todas las cuerdas posibles para salir del fango.
Todo gravita en el discurso por descubrir las reticencias a un cambio mejor, al desecho de las oportunidades para motivar, de manera diferente, a esa nueva generación que busca romper los modelos obsoletos que no dejan avanzar.
Pero, ante todo este panorama, se descubre que, independiente de las críticas sociales a un sistema, “Conducta” es un filme intimista, una historia de esperanza de un alumno que, junto a su maestra, estará dispuesto a vencerlo todo por buscar su propio destino.