La joven realizadora mexicana Mariana Chenillo se estrena en la zona del largometraje con un producto fílmico que marca un excelente comienzo en su carrera cinematográfica.

“Cinco días sin Nora” nos acerca a una historia donde las diferencias sociales, raciales y religiosas se mezclan dentro de un contexto de crítica a todos los estamentos, incluyendo los ritos judíos y la vanidad católica.

La directora como guionista también de la película, teje un delicado lienzo para dibujar una situación real, pero dándole ciertos visos de humor negro.

La historia toca el suicidio de Nora justo antes del Pésaj judío y durante las vacaciones de su único hijo, combinación que deja al ex marido a cargo del cadáver, del departamento y de un funeral que no podrá realizarse sino hasta cinco días después.

El valor de este filme está centrado en la calidad de sus personajes que van construyendo una situación hasta inverosímil pero que sirve para dar un toque de irrealidad al asunto. Sin recurrir a situaciones banales, Chenillo busca la mejor forma de exponer todo el contexto y dejar que el público observe la situación.

Un sutil pero agudo sentido del humor es generado por el contraste entre los personajes y las reglas impuestas por las creencias religiosas. Por un lado las costumbres cristianas impuestas por un dogma milenario y las estrictas reglas de comunión del judaísmo.

Dentro de este contexto se vierte toda la crítica dejando un lienzo de reflexión sobre las ataduras a los dogmas religiosos.

“Cinco días sin Nora”  es un espléndido drama con toques de humor que desde ya afirma la carrera de la joven Chenillo.