Primer libro de la saga Cazadores de sombras, escrita por Cassandra Clare que desde ya está concebida para su continuación como saga, en respuesta a un mercado de fans consumidores de las novelas y a partir de este momento, serán de sus respectivas versiones cinematográficas.

Independientemente de su éxito, Cazadores de sombras no es más que un producto comercial estirado y acomodado a las apetencias juveniles por historias fantásticas llenas de aventura y fantasía.

En este primer libro se introduce la historia de Clary, una adolescente que posee sus problemas comunes con su madre, pero su vida da un viraje drástico cuando descubre que existen seres que luchan contra criaturas infernales y donde ella será parte de esas batallas.

El filme prosigue una ruta que la somete a múltiples secuencias que hartan por su forma incesante de mostrar esta eterna lucha entre el bien y el mal, presentando una serie de sucesos que más bien justifican los efectos visuales que lograr una trama coherente y sustanciosa.

Por un  lado, tenemos una sarta de criaturas nocturnas que han sido parte de las historias de terror como los vampiros, hombres lobos, brujas y demás personajes; y por el otro, un grupo de adolescentes que hacen frente a estos seres.

El problema es precisamente tener una historia que no se define en su universo y es un batiburrillo de muchas otras películas que han sido parte del consumo popular.