Título original: Cats. Año: 2019. Género: Musical. País: UK. Dirección: Tom Hooper. Guion:  Lee Hall, Tom Hooper, T.S. Elliot (Musical: Andrew Lloyd Webber). Elenco:  Francesca Hayward, Jennifer Hudson, Judi Dench, Taylor Swift, Ian McKellen, Duración:  1 hora 40 minutos

“Cats” es la adaptación musical de la producción teatral de Andrew Lloyd Webber, del mismo título, que se representó ininterrumpidamente 21 años en el West End de Londres, mientras que en Broadway se mantuvo durante 18 años en cartel.

Con un precedente de esta naturaleza uno podría intuir que su adaptación cinematográfica pudiera estar a la altura de esta valiente representación de unos gatos callejeros que compiten para ganarse una vida en los cielos, todo esto aderezado con canciones de rebuscadas letras extraídas de un libro de poemas de T. S. Eliot.

Pero algo no funciona en esta adaptación que realiza Tom Hooper, director, guionista y productor cinematográfico y de televisión británico, quien ya había realizado otra adaptación musical con la obra “Los miserables” (2012).

Hooper, al parecer, se apresura a manejar una inventiva hiperrealista con la utilización de los efectos visuales para dotar a los actores y actrices de esa peculiar forma felina que, en el teatro alcanzaba una visualización bastante estilizada, pero que en esta ocasión roza lo bizarro y sobrecargado.

Esa combinación digital entre lo humano y lo bestial, no permite enfocarse en los elementos básicos de las propias actuaciones pues su efectismo visual no permite disfrutar de lo que podría representar esta magia musical, dejando a los propios intérpretes como Francesca Hayward, Jennifer Hudson, Judi Dench, Taylor Swift e Ian McKellen, dentro de una rutina poco flexible.

Todo se mueve dentro del desparpajo y la gracilidad; lo erótico y arrogante dejando muchas cuestiones a medio camino y con contradicciones básicas como su dirección artística que no logra combinar las escalas entre los personajes gatunos y la realidad que, aunque no desean recrear el Londres tal y como es, su disfuncionalidad estructural rompe con toda apreciación física de la obra.

Contradicciones y pocas virtudes es lo que se presenta en esta obra que pudo haber sido un excelente espectáculo de temporada, pero que se convierte en una pesadilla nocturna.