Título original: Fading Gigolo. Género: Comedia. Dirección: John Turturro. Guión: John Turturro. Reparto: John Turturro, Woody Allen, Sharon Stone, Sofía Vergara, Vanessa Paradis y Liev Schreiber. Duración: 1 hora 30 minutos. Clasificación: + 12 años. País: USA

El actor John Turturro quien ha ofrecido actuaciones memorables en filmes, generalmente de los hermanos Coen, como “De paseo con la muerte” (1990) o “Barton Fink” (1991), continua explorando la materia de la dirección (este es su sexto filme como director), con una historia que denota una leve intención por tocar temas reprochables ante los ojos de la sociedad.

Y es que “Casi un gigoló” toma forma y fondo dentro de un tema como es el proxenetismo y la prostitución masculina, pero este tema no se va por los vericuetos formales ni castigadores, más bien toma un poco su lado jocoso para proyectar una situación que va de frente hacia el personaje de Fioravante (Turturro) quien, por recomendación de su amigo Murray (Woody Allen), un librero anticuario, le ofrece ser amante de un grupo de clientas que el propio Murray le consigue.

El aspecto psicológico del filme termina siendo un retrato amable de la obligatoriedad a que es sometido Fioravante quien toma la decisión por cuenta propia y se determina así mismo como un agente del placer.

Un aspecto importante en esta historia es que está acompañada de la presencia de Woody Allen y esto le confiere una mirada particular por los mismos temas que este director-actor ha tocado en sus películas.

No es casual que este mismo filme beba de la fuente de inspiración de las películas del propio Allen. La ciudad, la música y los personajes presentes, amplían el marco referencial para asemejarse a sus filmes, aunque no es igual.

Turturro ofrece un personaje que habla mucho más con el rostro que con los diálogos. Su cara define un aspecto interno de lo que piensa y lo que siente, dejando otros puntos a la consideración del montaje rítmico de cada escena.

“Casi un gigoló” es un buen cine, ese que no rebusca mucho en cuestiones profundas, pero sí elementales de la existencia humana.