Título original: Fehér isten. Género: Drama. Dirección: Kornél Mundruczó. Guión: Kornél Mundruczó, Viktória Petrányi, Kata Wéber. Reparto: Zsófia Psotta, Sándor Zsótér, Lili Horváth, Szabolcs Thuróczy y Lili Monori. Duración: 2 horas Clasificación: + 12 años. País: Hungría

Inspirado en un capítulo del libro ‘Desgracia’ del Premio Nóbel JM Coetzee, el filme “Buscando a Hagen” (Fehér isten) se convierte en una radiografía surrealista de las distintas relaciones de poder, ya sea familiar o social, presentes dentro de una sociedad marcada por la violencia y la intolerancia.

Es la historia de una niña de once años llamada Lili y su perro, la que sufre, a parte de la separación de sus padres, de una abrupta separación con su mascota Hagen, un perro labrador al que su padre abandona en las calles de Budapest.

A esto se le une una disposición gubernamental de eliminar a toda raza de perros que no sea originaria del país, e imponiendo impuestos a los que no posean canes de raza pura. Esto con el fin de sacar de circulación a toda raza mezclada y sin pedigrí.

Esto desata en Lilí una constante búsqueda de Hagen, desconociendo los rumbos desiguales que atraviesa su perro que van desde la marginación hasta el castigo sin piedad.

Lejos de los relatos edulcorados de otras historias que han tocado el tema de animales como protagonistas, este filme más bien abandona el patrón de los filmes que enaltecen el amor incondicional de animales hacia sus dueños.

Esta metáfora social se compone de una base de crítica hacia los componentes de la supervivencia y la solidaridad, subrayada en la actitud de un perro, antes cariñoso, pero que sufrirá una transformación en la que arrastra a otros perros con igual desgracia en la cual se erige como líder de la manada.

Kornél Mundruczó (Delta, 2008), transforma este relato en una apabullante lírica visual señalada desde el inicio del filme donde los perros se convierten en una masa amorfa, pero a la vez significativa de las rivalidades de la superioridad de las razas.

La ciudad, los callejones, los puentes y sobre todo la perrera se convierten en lugares alegóricos de una sociedad moderna, pero a la vez fría y distante donde el cineasta auscultó algunos de estos lugares en Budapest para este relato.

Un relato bastante ingenioso y aleccionador. Una de las mejores fábulas cinematográficas de los últimos años.