Título original: Boyhood. Género: Drama. Dirección: Richard Linklater. Guión: Richard Linklater. Reparto: Ellar Coltrane, Patricia Arquette, Ethan Hawke, Lorelei Linklater, Jordan Howard. Duración: 2 horas 46 minutos. Clasificación: + 12 años. País: USA

Particular trabajo el expuesto por el director Richard Linklater (Before Sunset, 2004). Un  filme que transita por la parfernalia de haber sido rodado a lo largo de 12 años (2002-2013) pero únicamente en 39 días de rodaje.

Este factor extra, lo único a su favor, es que expone el envejecimiento real de los personajes que intervienen en la historia la cual toma su apertura narrativa cuando Manson (interpretado por el jovencito Ellar Coltrane y con apenas 6 años de edad) toma el inicio de su periplo existencial que se va a extender por 11 años, el mismo tiempo que a Linklater le tomó rodar el filme.

Junto a Coltrane le acompañará la misma hija del director, Lorelei Linklater (con igual edad), Patricia Arquette y Ethan Hawke.

Su historia se centra en los cambios que sufre, a lo largo del paso de este tiempo, las relaciones existenciales de una familia media americana. Los problemas que tienen que sortear, la decisión de la madre de buscar siempre algo mejor para sus hijos y la relación, a muchas veces distante, del padre de estos.

Viendo esta relación espacio-temporal en que es ajustado los rigores de este filme, no dista mucho de otros planteamientos. Inclusive Kubrick tenía en carpeta un proyecto similar a este, y Truffaut lo había desarrollado, en cierta medida, a través de su alter ego el personaje Antoine Doinel (Jean-Pierre Léaud ) quien apareció, por primera vez, en “Los 400 golpes” (1959) y  terminó con “Domicilio conyugal” (1970).

Este visionado entre el cine y la vida real es lo que hace del trabajo de Linklater una idea planteada a medias, puesto que su separación de los demás detalles del mismo rigor del rodaje, lo obligó  a centrarse sólo en momentos importantes.

No obstante, su simpleza al manejar los pormenores convencionales de una vida convencional,  la convierten en una lectura con empatía hacia el público por las cosas comunes que vive este personaje construido por el director.

Nostalgia, sinsabores, alegrías y interrogantes hacia por el futuro conforman un cuadro vivencial donde el cine, esta vez, sólo es un espectador más.