Título original: Bohemian Rhapsody. Género: Drama. Dirección: Bryan Singer. Guión: Anthony McCarten (Historia: Anthony McCarten, Peter Morgan). Reparto: Rami Malek, Joseph Mazzello, Ben Hardy, Gwilym Lee, Lucy Boynton, Aidan Gillen. Duración: 2 horas 14 minutos. País: USA
No es de dudar que las películas biográficas poseen su encanto dependiendo del personaje al cual se le dedica la historia.
En esta ocasión el biopic sobre Freddy Mercury, voz líder del grupo británico Queen, era uno de lo más esperado por el impacto cultural que dejó este vocalista y el legado musical que aportó junto al grupo.
“Bohemian Rhapsody”, el cual toma su título de su emblemática canción, no pretende ser un filme osado que se lanza al escrutinio profundo de lo que fue la vida de Mercury. Sí retrata algunos de los pasajes ambiguos, pero siempre manteniendo una trayectoria esquemática.
Bryan Singer, el director de “Sospechosos comunes” (1995) y de “X-Men” (2000), busca visualizar un trabajo que vaya en conjunto con otros motivos que detallen lo más importante en la vida del cantante, desde sus primeros triunfos, el peso de la fama y el reencuentro con sus valores originales a través de la reconciliación familiar.
Singer logra transitar por distintos caminos, pero al final llega al mismo punto, el encuentro de un artista con su propia identidad, con sus fracasos, sus logros y su empeño por encajar dentro de un mundo social y artístico.
Estas posibilidades hubieran sido distintas si no se tuviera el excelente trabajo del actor Rami Malek cuya carrera se ha desempeñado entre la televisión con la serie “Mr. Robot” (2015-) y en filmes para el cine como “Night at the Museum” (2016) y “Battleship” (2012).
Malek es el corazón del filme, pues su desempeño va más allá de la interpretación de Mercury a través de su aspecto físico particular, (es más convincente en la etapa final del filme) el cual tiende a desentrañar el valor interno del personaje, su calidad como artista y como ser humano dentro del espacio temporal en que le tocó vivir.
A través de su mirada ansiosa y hasta insegura, vemos a un Mercury retratado con cierta introspección frente al mundo que tuvo que enfrentar, a la propia cultura gay de la época y a una herencia familiar que se apoyaba en distintos valores de lo que él expresaba.
Malek también logra brillar por la parte del elenco que lo acompaña quienes hacen de su familia musical como son los actores Gwilyn Lee, Ben Hardy y Joe Mazzello, compañeros fieles que ofrecen el toque humorístico de hermandad.
“Bohemian Rhapsody” puede que no llegue a las expectativas de muchos de los fans, pero puede ser un gráfico, aunque bastante pulido, de un artista que rompió esquemas y llevó su arte hasta niveles nunca antes visto.