A veces es difícil encontrar en el cinema americano contemporáneo un filme tan delicadamente manejado en cuanto a cómo tratar una relación sentimental desde su nacimiento hasta su ocaso.
Y esto es lo que precisamente su director y guionista Derek Cianfrance ha logrado con este magnífico filme. Una historia de personajes cuidadosamente construidos, que simplemente se presenta en sus distintos estados emocionales con respecto a la evolución de su propia relación.
Derek va revelando, a través de estampas del pasado y el presente, cómo esta pareja formada por Dean y Cindy llegan a complementarse en una época y luego la destrucción de los sentimientos que tienen cada uno.
Este viaje emocional que nos somete el director vale la pena por el sentido que él mismo le otorga al filme. Sin recurrir a clichés innecesarios y gastados, el director sumerge a estos dos personajes por el lado más visceral posible, dejando atrás las concesiones gratuitas de la historia y llevando su resultado por el sentido contrario.
Michelle Williams (nominada al Oscar por este papel) y Ryan Gosling dejan la piel de actores en la pantalla sin pedir nada a cambio y solo por tener esa oportunidad que pocos logran alcanzar.
La cámara logra retratar con claridad los momentos más dramáticos como la escena del motel dentro de esa habitación denominada la del "futuro" con esa tonalidad azul y contraste con el rojo, una triste metáfora de lo que sería más adelante el resultado de sus relaciones.
"Blue Valentine" es un filme que prueba que con un inteligente argumento y un par de buenos actores se puede conseguir resultados maravillosos que nos puede hacer conmover como espectadores.