Aves de presa. Título original: Birds of Prey. Año: 2020. Género: Aventura. País: USA. Dirección: Cathy Yan. Guion: Chuck Dixon, Jordan B. Gorfinkel, Christina Hodson (Cómic: Greg Land). Elenco: Margot Robbie, Mary Elizabeth Winstead, Ewan McGregor, Jurnee Smollett-Bell, Rosie Pérez. Duración: 1 hora 49 minutos

A “Escuadrón suicida” (David Ayer, 2016) solamente se le puede agradecer la aparición de un personaje que se convirtió en una atención memorable dentro de todas las figuras masculinas mediocres que aderezaban el reparto. Esta fue Harley Quinn, interpretada brillantemente por Magot Robbie quien fue la única que supo sobreponer una interpretación por encima de lo ridículo de la historia, dándole un atractivo al carácter trastornado que poseía su personaje.

Ahora separada de esa trivial historia y de la mala imagen de Joker, Harley Quinn tiene todo a su favor en una historia donde el lado femenino se explota con un equilibrio entre todas sus partes para ser provocativo, pero a la vez para sintonizar los roles femeninos en el cine contemporáneo con las intenciones reivindicativas de sus personajes.

Inclusive su emancipación del Joker le ha permitido encauzar otras motivaciones que tienen mayor sentido a su vida y a los componentes que ella puede ofrecer sobre las otras figuras femeninas con las cuales une sus fuerzas.

Este filme de Cathy Yan (Dead Pigs, 2018) basado en el comic de Greg Land, presenta un lado más incisivo del antisistema sin presentar modificaciones absolutas a un discurso que siempre han preconizado muchas películas de antihéroes.

Aquí Harley Quinn se une a otras tres heroínas (Canario Negro, Cazadora y Renée Montoya) para salvar a una niña del malvado rey del crimen Máscara Negra. Todas ellas, por separado, han sufrido la discriminación masculina en los distintos niveles según el contexto en que ellas se han expresado.

Yan utiliza recursos adicionales en su puesta en escena que, aunque parezca sobrecargada de violencia, no deja de tener sentido dentro de la propia trama, pues los roles masculinos no descargan su ira hacia Quinn, más bien hacia lo que ella representa dentro de una sociedad que no le ha hecho justicia ni le interesa escuchar sus convicciones.

El jugueteo alocado que ella impone en su accionar sirve para la deconstrucción de ciertos estereotipos y permite a Yan ampliar su libertad creativa en la construcción quizás de un nuevo subgénero dentro de las instalaciones de las versiones cinematográficas de los comics.

“Aves de presa” (y la fabulosa emancipación de Harley Quinn) es una historia que puede amoldarse muy bien a estos tiempos donde el lenguaje del comic ha tomado una nueva perspectiva y eso lo han comprendido una nueva generación de realizadores.