Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald
Título original: Fantastic Beasts: The Crimes of Grindelwald. Género: Fantástico
País: UK. Dirección: David Yates. Guión: J.K. Rowling. Elenco: Eddie Redmayne, Jude Law, Katherine Waterston, Johnny Depp, Zöe Kravitz. Duración: 2 horas 14 minutos
Tras haberse agotado el mundo de Harry Potter, J.K. Rowling, ni tonta ni perezosa, decide ampliar el mundo mágico que ella misma forjó con otros libros, esta vez, enfocando la acción a los antecedentes de la historia del propio Potter y los inicios de la famosa escuela de magia.
Después de ver la interpretación cinematográfica del primer libro ´Fantastic Beasts and Where to Find Them´ del 2001, acogida con cierto beneplácito por los acólitos a esta literatura, ahora se muestra la segunda parte con el interés de continuar proponiendo el mundo mágico de Rowling.
La historia se concentra en la amenaza de Grindelwald quien se escapa de su custodia y ha comenzado a reunir seguidores para alzar a los magos purasangre y reinar sobre todas las criaturas no mágicas.
Esto obliga a Albus Dumbledore a reclutar a su antiguo estudiante Newt Scamander para frustrar los planes de este nuevo villano que se cierne en las aspiraciones de los demás magos por mantener el balance de las fuerzas.
Bajo este contexto es que se mueve una historia irregular la cual se apoya más en la parafernalia de la magia que en las acciones que pueden tomar los personajes, los cuales entran y salen con pocas explicaciones de su origen o cuál es su real desempeño en la historia.
J.K. Rowling se encarga esta vez del guion sin poder resolver cuestiones fundamentales de narración en la que le da mucha importancia y atención a personajes y líneas narrativas que no poseen importancia para el espectador como lo es el caso de la familia Lestrange, mientras que deja atrás otros puntos necesarios para aclarar un relato que abre muchas zonas y no soluciona casi ninguna de ellas.
Rowling quien se ha caracterizado por llenar sus historias de muchos personajes, datos y nombres, se queda atrapada en su propia red al tratar de sostener su propio ritmo, pero no logra una concentración en las acciones esenciales.
El fichaje de Johnny Depp y Jude Law posiblemente sea el punto más favorable pues cuenta con una buena garantía para focalizar sus personajes dentro de la trama que, aunque todas las situaciones que se dan alrededor de ellos no le ayuden a solventarse, ellos logran sobreponerse a las irregularidades de la historia.