Título original: Edge of Tomorrow. Género: Ciencia-Ficción. Dirección: Doug Liman. Guión: Dante Harper, Joby Harold (Cómic: Hiroshi Sakurazaka). Reparto: Tom Cruise, Emily Blunt, Bill Paxton, Brendan Gleeson, Charlotte Riley y Lara Pulver. Duración: 1 hora 53 minutos. Clasificación: + 12 años. País: USA
Al parecer, Doug Liman (Bourne Identity, 2002), entendió los parapetos que poseía esta historia basada en la novela escrita por el japonés Hiroshi Sakurazaka titulada “All You Need Is Kill”, puesto que llevar al plano cinematográfico una novela gráfica y, en este caso, un manga japonés son muchos los factores que hay que tomar en cuenta.
La complejidad y a la vez su simpleza de cómo se narra una novela gráfica y como se puede narrar fílmicamente implica delimitar el campo de acción de los personajes y la historia.
Lo narrado aquí propone, como en muchos casos, la invasión de la Tierra por una raza de extraterrestres invencibles. A un oficial que maneja las relaciones públicas del ejército y que nunca ha entrado en combate, le es encargada una misión donde queda afectado por una de esas criaturas resultando muerto.
Pero esto no es el fin del oficial, puesto que entra dentro de una paradoja temporal, donde vuelve a repetir una y otra vez el mismo día. Esta condición lo hace tener cierta ventaja en esta guerra sin cuartel, puesto que adquiere cada vez más habilidades para la batalla, diseñando un plan, junto a otro combatiente, para eliminar totalmente a los alienígenas.
Lo que Liman logra realizar es un relato dinámico sin excusas banales que impide provocar algún asomo de tedio en el camino. Su montaje es uno de los puntos clave que, con elipsis muy bien utilizadas, no detiene la historia.
Tom Cruise el cual se ha diseñado un traje a la medida con varias películas de este género, resuelve muy bien su personaje sin llevarlo a nada cómico que se le parezca, siempre manteniéndose en sus límites funcionales.
Emily Blunt es su perfecta compañera para esta aventura quien se posiciona a su lado y se complementa de una manera extraordinaria.
El contexto musical aportado por la partitura de Christophe Beck, la fotografía de Dion Beebe y el montaje de James Herbert se combinan de una manera extraordinaria que lleva este producto hacia un nivel apto de disfrute total.