Título original: The Amazing Spiderman 2. Género: Fantástico/Aventura. Dirección: Marc Webb. Guión: Alex Kurtzman y Roberto Orci. Reparto: Andrew Garfield, Emma Stone, Jamie Foxx, Dane DeHaan y Campbell Scott. Duración: 2 horas 22 minutos. Clasificación: + 12 años. País: USA
El hombre araña ha tenido múltiples caminos. Entre ellos, el recorrido por Sam Raimi que tuvo su clímax en la presentación del villano de arena. Después de esto todo el esfuerzo planteado por él, fue echado a un lado para dar una nueva forma al arácnido.
El responsable de esta redimensión del personaje le tocó a Marc Webb (500 días juntos) quien desde el 2012 inició una nueva etapa cinematográfica, formando nuevamente la serie y adaptando algunos preceptos estéticos de la misma.
La idea de relanzarla se justifica por las presiones comerciales que penden sobre los productos de la Marvel, reino unificado de Stan Lee, que se resiste a no salir de la competencia industrial.
Teniendo como responsable protagónicos al actor Andrew Garfield y a la actriz Emma Stone, El sorprendente hombre araña 2 busca la mejor manera de mantener a los millones de fanáticos pegados al producto fílmico.
En esta ocasión Peter Parker se enfrenta a otra amenaza que pone en peligro su integridad y la de su novia. Con la aparición de Electro (un Jamie Foxx azulado y eléctrico), Peter debe enfrentarse a un enemigo construido por el accidente, igual que todos los demás, y tratar de equilibrar su vida personal.
Por otro lado, se reencuentra con su amigo Harry Osborn, pero que luego tendrá que enfrentarse por las ansias de este de buscar una cura para su mal congénito.
Esta segunda entrega de la relanzamiento de la serie ocupa un puesto ambiguo puesto que trata de impresionar con la parafernalia estilística y concentrar su argumento en puntos más profundos que las anteriores.
Reconozco de Webb tiene habilidades para poder hacer malabares con todos los elementos argumentales planteados en este episodio, pero su excesivo metraje y el final puramente de filme ´blockbuster´, lo reduce a consideraciones netamente comerciales, dejando una mar de asuntos pendientes que, de seguro, inundarán su tercera entrega.