Título original: 45 Years. Género: Drama. Dirección: Andrew Haigh. Guión: Andrew Haigh (Relato: David Constantine). Reparto: Charlotte Rampling, Tom Courtenay, Geraldine James, Dolly Wells, David Sibley. Duración: 1 hora 43 minutos. Clasificación: + 12 años. País: UK
Muchas veces se valora un filme por su relato o por sus interpretaciones. En lo que respecta a “45 años” ambos factores son imprescindibles a la hora de analizarla.
Esto es algo difícil en el arte cinematográfico logra que el peso del relato sea igual al valor de sus interpretaciones. Y en este caso, el filme en cuestión ha logrado ambas cosas.
“45 años” se construye sobre la base de la reflexión, sobre el amor de pareja, cuando se llega a ese valorado surco de la vejez donde todo pasado, al parecer, es un recuerdo memorable de los años vividos.
En los preparativos para la celebración del 45 aniversario de bodas del matrimonio de los Mercer compuesto por Kate y Geoff, llega una noticia que irrumpe como un sutil fantasma. Una carta, de parte del gobierno suizo, comunica el hallazgo del cadáver congelado de la mujer que fue el primer amor del marido, desaparecida en un accidente de montaña en 1962.
Esta noticia empieza, lentamente, a modificar las relaciones que ellos mantuvieron durante sus años de matrimonio. La misma sirve para hurgar en los sentimientos de ambos, pero más en las entrañas sentimentales de Kate quien se da cuenta que todo lo construido entre ella y su marido ha sido con la gravitación de ese antiguo amor.
El director Andrew Haigh (Weekend, 2011) a partir de un relato del co-guionista David Constantine, va tejiendo un lienzo de múltiples implicaciones afectivas presentes entre esta pareja.
El personaje de Charlotte Rampling se ubica en el lugar más vulnerable del cuadro dramático, dejando a la propia Rampling el mayor peso del relato. Ella define su contorno afectivo con esas miradas, pausas y silencios que interiorizan su pensar de una manera adyacente a las convencionalidades de su marido.
Junto a Rampling se encuentra el actor británico Tom Courtenay (Quartet, 2012) quien se somete a las sutilizas de su personaje para lograr una actuación de gran convencimiento.
El trabajo fotográfico de Lol Crawley (Four Lions, 2010) equilibra los entornos dramáticos de los planos cerrados, pero también de la holgura de los planos generales que pintan el campo de una quietud bucólica.
“45 años” es un cine de método, de calculada coreografía actoral que impresiona por la sencillez de su relato, pero profunda en sus implicaciones humanas.