Título original: 24 Wochen. Género: Drama. Dirección: Anne Zohra Berrached. Guión: Anne Zohra Berrached, Carl Gerber. Reparto: Julia Jentsch, Bjarne Mädel, Johanna Gastdorf, Emilia Pieske, Felicity Grist. Duración: 1 hora 42 minutos. Clasificación: + 14 años. País: Alemania
La cineasta alemana Anne Zohra Berrached (Zwei Mütter, 2013) asume un riesgo al plantear una situación que no es fácil para cualquier mujer sin importar su postura frente a ciertas convicciones de carácter moral.
Berrached coloca a una mujer embarazada de seis meses que se enfrenta a un dilema moral y personal cuando descubre que su bebé nonato tendrá el síndrome de Down y una seria malformación del corazón que podrían condenarle a llevar una vida vegetativa.
Esta situación hace que ella tome una posición de suspender el proceso a pesar de lo que esto conlleve en las implicaciones de su vida.
El filme se desliza por una narrativa que ocupa ciertos resquemores, quizás, en la idea del espectador pues su decisión puede tomar cierto partido en las razones de lo que piense cada quien.
La primera parte del filme anda entre los sentimientos de una buena vida, pues ella hace stand up comedy, y donde aprovecha para hacer chiste de su propio embarazo. Esta ligereza inicial no es más que una justificación para jugar con la ironía posterior, pues su vida se desboca por la condición de su hijo no nacido.
Astrid Lorenz (Julia Jentsch) y su esposo Markus (Bjarne Mädel) deberán tomar juntos la decisión. De esta manera los personajes cambian de tono para enfrentarse a la tragedia implicada en el proceso de gestación.
El filme no toma una posición en sí frente a este caso, pues en las leyes alemanas el aborto es legal en todos los asuntos durante el primer trimestre de gestación y sin límite gestacional en ciertos casos.
Pero más que el aspecto legal, el filme se aboca más a las decisiones personales, esas que conllevan consecuencias dentro del entorno existencial. Aunque recurre a ciertos modelos maniqueistas, la historia tiende a cumplir con su misión de ofrecer una perspectiva personal sobre un asunto de índole social.
La cineasta recurre a un planteamiento argumental que no se aparta mucho de las convencionalidades. No obstante, es un filme que ayuda a la reflexión sobre este aspecto que gravita considerablemente en los códigos morales de la sociedad.