La Corte Suprema de Justicia avaló su candidatura para la presidencia.

"Quien está presentándose a las urnas soy yo", ha reivindicado Zury Ríos Sosa desde que el 19 de abril anunciara su candidatura para la presidencia de Guatemala.

"La hija de, la esposa de, es un estigma por ser mujer".

Pero ella no es hija de cualquier padre, sino de Efraín Ríos Montt, quien gobernó de facto el país entre 1982 y 1983 después de un golpe militar.

Es vástaga de un exgobernante que vuelve a enfrentar un juicio por genocidio, después de que la condena a 80 años de prisión dictada el 10 de mayo de 2013 por el asesinato de 1.771 indígenas ixiles durante el año más sangriento de la guerra civil (1960-1996) fuera anulada diez días después.

Ríos Montt, por su parte, siempre aseguró que no dirigió ni ordenó "ninguna matanza".

Lea también: Guatemala: peritos declaran incompetente a Ríos Montt para juicio por genocido

Como buena hija, Ríos Sosa siempre defendió a su padre.

En una entrevista ofrecida al periodista José Luis Sanz del diario digital El Faro en abril de 2013, la política consideraba el juicio contra su padre una venganza, un proceso totalmente viciado, negaba el genocidio y alegaba que el ejército "fue el que se ocupó de mantener el Estado".

Además, la acompañó a cada una de las audiencias.

Candidatura presidencial

Pero paralelamente fue avanzando en su carrera política. Tanto que este miércoles la Corte Suprema de Justicia (CJS) avaló su candidatura presidencial.

El Organismo Judicial de Guatemala informó a través de las redes sociales del dictamen de la CSJ, de carácter provisional y que debe ser ratificado.

La inscripción de Ríos Sosa había sido rechazada en tres ocasiones, la última vez el 14 de julio, por el Registro de Ciudadanos del Tribunal Supremo Electoral (TSE), condición imprescindible para competir en unos comicios.


Ríos Sosa fue diputada por el partido de su padre, FRG, entre 1996 y 2012.

La negativa se basaba en el artículo 186 de la Constitución de Guatemala.

Éste prohíbe que los familiares de hasta el cuarto grado de consanguinidad de caudillos o jefes de un golpe de Estado aspiren a gobernar el país.

Aun así, Ríos Sosa solicitó el amparo de la CSJ y su candidatura fue finalmente validada, aunque el organismo no hizo públicos los argumentos por los que tomó la decisión.

Sean cuales sean, la exdiputada podrá por fin presentarse a las elecciones del 6 de septiembre como la candidata presidencial del partido Visión con Valores, una formación cristiana y de derecha.

Ya lo había intentado en 2011, aquella vez con el partido de su padre, la formación por la que fue diputada durante cuatro legislaturas consecutivas (1996-2012), el hoy desaparecido Frente Republicano Guatemalteco.

Pero tuvo que retirar la candidatura por no poder obtener los recursos "desmedidos, desproporcionados" para seguir adelante, según dijo.

Huella ideológica

Sea con la formación que sea, muchos ven en el discurso de esta licenciada en ciencias políticas de 47 años la huella ideológica de su padre.

Aunque Ríos Sosa insiste: "Es por mí a la que tienen que juzgar por lo que he hecho en mi carrera política".

Una vida dedicada a la política, "a construir, a trabajar", afirmaba en la entrevista concedida a El Faro.


Muchos ven en el discurso de Ríos Sosa el discurso de su padre, Efraín Ríos Montt (en la foto, cara a cara).

"Mi vida no ha sido de hurgar en el pasado para ver quien es quién...", decía.

Ríos Sosa Insistía que abanderó temas "que jamás la izquierda progresista se atrevió a abanderar en este país".

Y daba ejemplos, como la creación de Sobrevivientes, una fundación para la erradicación de la violencia contra las mujeres y los niños. Aseguraba que existe porque ella la apoyó.

"Respeto, amo y apoyo a mi padre, de igual manera que respeto y apoyaré a los guatemaltecos", dice ahora, ya como candidata presidencial.