Las protestas se transformaron en golpes rápidamente este jueves en el Parlamento de Macedonia, donde las diferencias políticas por la formación de un nuevo gobierno se han complicado durante meses.
Manifestantes irrumpieron en la sala legislativa luego de que un político de etnia albanesa fue elegido como presidente del parlamento.
La selección no fue del agrado de los nacionalistas macedonios que se enfrentaron a golpes con algunos legisladores, lo que dejó al menos 10 personas heridas.
Uno de ellos era el líder de los socialdemócratas, Zoran Zaev, quien fue visto sangrando de la cara.
Los manifestantes, simpatizantes del partido del gobierno en funciones VMRO, del ex primer ministro Nikola Gruevski, querían que hubiera una nueva elección, pues señalaron que la primera fue hecha fuera de tiempo.
Algunos de los cerca de 200 manifestantes estaban enmascarados y testigos dijeron que había vidrios rotos en el piso y rastros de sangre en los pasillos.
La policía disparó granadas aturdidoras para dispersar a los manifestantes y permitir a los legisladores salir del edificio del parlamento.
El conflicto
La política en la exrepública yugoslava ha estado estancada desde una elección de diciembre la cual no ha permitido la conformación de un gobierno.
Zaev creó una coalición con partidos de etnia albanesa, pero sus intentos de formar un gobierno han sido bloqueados por el presidente del país.
Los nacionalistas macedonios han estado protestando en las calles desde que Zaev intentó formar la coalición.
Quienes irrumpieron este jueves en el parlamento estaban molestos por la decisión de la coalición de elegir a Talat Xhaferi como líder de la Cámara.
Es el primer representante albanés que alcanza la presidencia del Parlamento.
Esto ha sido visto por algunos nacionalistas macedonios como un movimiento para mejorar el estatus de los albaneses, lo que denuncian como una amenaza a la unidad de Macedonia.
El país estuvo cerca de una guerra civil en 2001 después de un alzamiento albanés, una etnia que representa un cuarto de la población del país.
El incidente causó respuestas internacionales.
Una declaración de la Embajada de Estados Unidos en Macedonia, publicada en Twitter, condenaba la violencia: "No es consistente con la democracia y no es una manera aceptable de resolver las diferencias".
El secretario general de Organización para el Tratado del Atlántico Norte, la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que "todos los partidos deben respetar el proceso democrático y participar en el diálogo, no en la violencia".
Y el comisario de la Unión Europea, Johannes Hahn, dijo que "la violencia no tiene espacio en el Parlamento, la democracia debe seguir su curso".