Samantha Firth tiene 21 años y vive en Chicago, EE.UU. Como cualquier otro día, camina con una amiga hacia el metro, nada fuera de lo normal.

Pero mientras lo hace, graba y retransmite su paseo de 15 minutos a través de su teléfono móvil y se lo dedica a sus miles de seguidores.

"¡Ustedes son increíbles!", dice con emoción al tiempo que comprueba la larga cadena de mensajes y emoticonos que aparece en su pantalla.

"¡Los amo… son los mejores!", exclama justo antes de adentrarse en el subterráneo y hacer zoom con la cámara hacia un grano en su frente.

Antes, sólo las estrellas del cine podían experimentar la fama, pero gracias a internet ahora cualquiera puede tener sus "15 minutos" de fama, como predijo Andy Warhol.

La proliferación de herramientas de retransmitir en vivo como Periscope, Facebook o YouTube les ha dado a muchos jóvenes la oportunidad de publicar cada aspecto sobre su vida, desde el momento en el que se peinan hasta cuando se van de fiesta con sus amigos.

Solamente en China, el negocio de las transmisiones en directo está valorado en cerca de US$4.000 millones, según el banco Credit Suisse.

Y en Estados Unidos, un 63% de los jóvenes entre 18 y 34 años miran contenido en directo, y el 42% lo crea, según un estudio de la consultora UBS Evidence Lab.

Una mina de oro

Pero para muchas personas como Firth, no se trata sólo de una diversión narcisista, sino también de una mina de oro.

Firth se unió a Live.me – de la compañía china Cheetah Mobile- hace ocho meses luego de mudarse de Sídney (Australia) a Chicago.

Desde entonces, la niñera se ha convertido en una de las creadoras de contenido más populares del sitio web, con 350.000 seguidores.

Sus fans le envían constantemente regalos virtuales -como pegatinas animadas que puede convertir en "diamantes" y, después, en dinero real- ayudándole a ganar unos US$21.000 al mes.

"Viniendo de un país diferente me ha resultado difícil hacer amigos, pero esta app me ha permitido conectar con personas afines a mí", explica sobre sus motivos de unirse a la plataforma.

"Invierto casi todo mi tiempo libre en hacer retransmisiones en vivo porque allí es donde están la mayoría de mis amigos".

Firth quiere retratar una versión honesta de sí misma, con espinillas incluidas.

"No llevo maquillaje. Me pongo sudaderas y pantalones de deporte", dice la joven. "Y a veces, lloro cuando alguien dice algo hiriente en una grabación en vivo".

La plataforma YouNow también permite hacer dinero con retransmisiones en directo gracias a los fans que envían regalos virtuales o se suscriben a los canales de sus streamers favoritos.

Para los creadores de contenido, es un verdadero filón que les permite llegar a ganar hasta US$200.000 al año.

La cantante Emma McGann, de 26 años, se graba en directo desde su estudio en Coventry, Reino Unido, entre tres y seis horas al día. Dice que sus grabaciones obtienen entre 5.000 y 10.000 vistas únicas.

YouNow no sólo le proporciona un buen salario -gana entre US$2.500 y US$3.800 al mes a través del canal- sino también una buena forma de dar a conocer su música.

"Me permitió colocar un single en la lista de iTunes. Y es fantástico para probar nuevo material", explica.

"Me gusta que sea en directo. Me gusta interactuar con la audiencia y aceptar peticiones de canciones".

El reto de la autenticidad

También son muchas las empresas que están probando esta práctica.

Harvey Cossell, directora de estrategia de la agencia creativa We Are Social cree que las retransmisiones en vivo ofrecen a las marcas la oportunidad de hacer dinero con personas que ya tienen una audiencia local.

El éxito de estas colaboraciones en el mundo de los juegos sociales como Twitch es un ejemplo de ello.

"Necesitaban identificar a esas personas que representan una serie de valores similares para la marca en cuestión y encontrar maneras creativas de asociarse con ellos para la producción de contenido".

El reto, advierte, es la autenticidad.

"Es mejor para las marcas asociarse con la persona adecuada. De lo contrario, mejor no hacerlo con nadie".

Algunos investigadores dicen que el negocio de las retransmisiones en directo estará valorado en unos US$70.000 millones hacia 2021.

Pero también tienen un lado oscuro.

El lado oscuro

A principios de este año, una niña de 12 años, Katelyn Nicole Davis, transmitió en vivo su suicidio a través de Live.me.

Y ha habido muchos reportes de pedófilos mirando transmisiones en vivo de niños abusados sexualmente.

"Las aplicaciones y sitios de transmisiones en vivo exponen a los jóvenes a contenido gráfico y perturbador que puede hacerles vulnerables al bullying y al acoso online", le dijo a la BBC un vocero de la Sociedad Nacional para la Prevención de la Crueldad contra los Niños (NSPCC, por sus siglas en inglés), en Reino Unido.

"Es preocupante cómo los chats en vivo pueden ser usados por acosadores para encontrar menores a los que manipular enviándoles imágenes sexuales y videos".

Khudor Annous, director de marketing y colaboraciones en Live.me, dice que la empresa tiene varias medidas de seguridad, incluida una herramienta de reconocimiento facial para detectar a usuarios mayores de 13 años en la app.

"Si realmente tienen menos de 13 años les bloqueamos la cuenta", dice Annous.

"También les ofrecemos a los usuarios opciones paradenunciar canales. Solemos evaluar esas denuncias en un plazo de unas dos horas, según el volumen de trabajo".

En cuanto a los acosadores, dice que "cada usuario tiene la posibilidad de denunciar cualquier comportamiento sospechoso o violaciones de las normas de la comunidad".

"Trabajamos con el FBI y agencias de todo el mundo para garantizar la seguridad de nuestra comunidad", asegura.

Pero también preocupa que las propias empresas estén explotando a los jóvenes.

La psicóloga clínica Linda Blair describe el aumento de transmisiones en vivo como un evento "muy triste".

"Es un indicativo de soledad. Puede que temporalmente se sientan bien, pero sólo es una distracción".

Sin embargo, hay millones de personas usando plataformas de transmisión en vivo, incluida Facebook Live, y se espera que el número siga creciendo.

"Las retransmisiones en vivo están siguiendo un camino similar a las redes sociales. Al principio comenzaron como un espacio en el que la gente conectaba con otros, pero evolucionaron en una plataforma poderosa para la publicidad y el marketing", le dice a la BBC Paul Verna, analista en eMarketer.

Cossell cree que los videos en directo se expandirán a otros formatos.

"Comenzará a sacarle partido a tecnologías emergentes como los videos en 360 grados y la realidad virtual", sostiene Verna.

"Está claro que las retransmisiones en vivo han venido para quedarse".