Habrá gente más o menos propensa a escribir comentarios en esta red social, pero seguramente la media de los usuarios cuando plasma digitalmente en la cajita de comentarios su pensamiento lo hace motivado por lo que acaba de leer o ver.

Uno de los temas que esta semana recibió más comentarios en la página de fue nuestra nota sobre la historia de la mujer en la cual se basa la canonización "exprés" del Papa Juan Pablo II.

, en versión resumida, es la de Floribeth, una mujer costarricense, a quien le detectaron un aneurisma en la cabeza y le dieron un mes de vida.

Mientras esperaba que transcurriesen los días para su muerte vio una ceremonia de beatificación de Juan Pablo II y una voz esa noche le dijo "levántate, no tengas miedo".

Y ahí, dice Floribeth, empezó a curarse. Y ahí empezó un nuevo episodio del eterno debate entre la ciencia y la religión.

Floribeth Mora Díaz

¿Cómo se curó Floribeth? Ella y la iglesia católica afirman que fue "un milagro".

Tengo varios amigos médicos que seguramente me dirían que es imposible explicar cómo sucedió la recuperación y que lo atribuirían a algún proceso biológico que la medicina aún no logra explicar.

Y no soy yo alguien con la autoridad suficiente para zanjar este debate y declarar un ganador.

Pero lo que me sorprendió fue la ferocidad e intensidad de la discusión que generó esta simple historia humana entre algunos de nuestros lectores. Y había de todo.

Desde el más furibundo: "La IDOLATRÍA en su máxima expresión… de nuevo… tratando como "santos" a pedófilos y asesinos, encubridores y corruptos, preparando todo para dar Vida a la Imagen e la Bestia y que todos la adoren… Cuando la VERDAD ES QUE SANTO SOLO DIOS Y SANTO SOLO JESUCRISTO…".

…algunos más moderados: "Me pregunto si fue el papa, o fue Dios… al ver la fe de esta mujer. Que gran error quitarle la Honra a Dios y darsela al hombre".

…algunos científicos: "Un porcentaje pequeño de aneurismas a nivel cerebral se reabsorben sin ningún tipo de intervención".

Y, obviamente, no faltaron los de humor: "Yo creo en batman".

Confieso que mi sorpresa se debe a la pasión que me pareció percibir de muchos de estos comentarios leídos, bien sea para criticar duramente a la iglesia católica o para manifestar un aireado rechazo a la historia propiamente.

Floribeth Mora Díaz  en Facebook

Cuando vi las reacciones, ensimismado, me preguntaba sin respuesta por qué la historia de Floribeth generó semejante reacción.

A fin de cuentas creo que lo sobrenatural, lo supersticioso, lo no explicado suele generar al menos alguna curiosidad.

Más allá de la postura que se tenga con el catolicismo –como todo, bueno o malo y con sus numerosos matices- Floribeth se limitó a contar su historia.

No llamó a nadie para hacerlo. Unos de nuestros reporteros en México, Alberto Nájar, tuvo que rastrearla durante semanas para convencerla de que se atreviese a hablar.

Para ella fue "un milagro". Este "milagro" es, si se quiere, la explicación (hasta científica) que encontró su persona para entender porque aún está en este mundo y no murió.

Nunca pensé, sin embargo, que "un milagro" sería capaz de ser el elemento de catarsis para todos los que tienen (con o sin razón) algún reclamo con la iglesia católica.

De hecho, no todas las historias sobre el catolicismo, o un Papa, que hacemos suelen impulsar semejante reacción.

(Por ejemplo esta sobre el debate de de la Curia Romana. O esta, sobre de la Iglesia Católica.

Quizás fue que hubo mucho sol ese día, quizás muchos estaban particularmente indignados, o quizás "fue un milagro". En todo caso, rico el debate y que fluyan las opiniones.