Un tribunal en Guatemala emitió su primera condena de un exlíder izquierdista rebelde.

La corte sentenció a Fermín Felipe Solano Barrillas a 90 años de cárcel por la matanza en 1988 de 22 campesinos progubernamentales en una pequeña aldea, El Aguacate, cerca de la capital, Ciudad de Guatemala.

El juez falló que Solano había ordenado las muertes.

Previamente, los tribunales guatemaltecos habían condenado a algunos oficiales y soldados del ejército por violaciones de derechos humanos durante la guerra civil, entre 1960 y 1996, pero no a guerrilleros.

Grupos defensores de derechos humanos afirman que más de 200.000 personas perecieron en la guerra.