La iniciativa de la primera ministra de Reino Unido, Theresa May, de invitar al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a realizar una visita de Estado suma rechazos.
Este lunes, el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, anunció públicamente su rechazo a tal visita y anticipó que se opondrá con fuerza a cualquier iniciativa para que el nuevo mandatario estadounidense pronuncie un discurso ante el Parlamento de Westminster.
"Antes de la imposición al veto sobre la inmigración, me habría opuesto fuertemente a un discurso del presidente Trump en el Salón de Westminster. Tras la aplicación del veto a los inmigrantes me opongo con mayor fuerza", dijo Bercow.
El parlamentario se refería a la orden ejecutiva aprobada por el gobernante estadounidense mediante la cual se prohíbe de forma temporal el ingreso de ciudadanos de Irak, Siria y otros cinco países de mayoría musulmana a Estados Unidos.
Indicó que la posibilidad de dar un discurso ante una sesión conjunta del Parlamento Británico es "un honor que se gana" no un "derecho automático".
Racismo y sexismo
Bercow dijo que no desearía enviar una invitación al presidente Trump para que acudiera a la Galería Real del Palacio de Westminster.
"Valoramos nuestra relación con Estados Unidos. Si esa visita de Estado se realiza, es algo que está más allá de las facultades del portavoz de la Cámara", dijo.
"Sin embargo, en lo que concierne a este lugar, siento con mucha fuerza que nuestra oposición al racismo y al sexismo, y nuestro respaldo a la igualdad ante la ley y a un poder judicial independiente son consideraciones inmensamente importantes en la Cámara de los Comunes", agregó.
El discurso de Bercow fue aplaudido por miembros del Partido Nacional Escocés (SNP, por sus siglas en inglés) y bien recibido por el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, quien ha propuesto que la visita de Estado de Trump sea pospuesta.
El líder del Partido Liberal Demócrata, Tim Farron, dijo que Trump "no es bienvenido".
Sin embargo, Nigel Farage, el exlíder del partido nacionalista UKIP que impulsó la campaña por el Brexit, dijo que el portavoz de la Cámara "debería ser neutral".
Suma de tropiezos
La invitación para que Trump realice una visita de Estado a Reino Unido fue formulada a finales de enero por Theresa May, quien fue la primera mandataria extranjera en visitar la Casa Blanca tras la llegada al poder del magnate inmobiliario.
La visita, prevista para este año pero para la cual aún no hay una fecha definida, pronto empezó a enfrentar críticas públicas, algunas de las cuales se plasmaron en una iniciativa en internet en contra de esa invitación que ya ha recibido más de 1,8 millones de firmas y que será debatida el próximo 20 de febrero por el Parlamento Británico.
Eleanor Garnier, corresponsal de la BBC para temas de política, dijo que la intervención de Bercow equivale en la práctica a un veto a la posibilidad de que Trump acuda ante Westminster.
En su discurso Bercow destacó que existen precedentes de visitas de Estado que no incluyen un discurso ante el pleno del Parlamento Británico.
En años recientes han disfrutado de este honor varios mandatarios incluyendo al colombiano Juan Manuel Santos (2016), el chino Xi Jinping (2015), la alemana Ángela Merkel (2014) y el estadounidense Barack Obama (2011).