José es una de las 100.000 personas que son víctimas de un secuestro en México.

Éste es un problema que no distingue entre clases sociales ni en los niveles de riqueza.

Cualquiera puede ser víctima de un secuestro: desde albañiles hasta ejecutivos, desde plomeros hasta empresarios.

En esta animación, María, esposa de José, relata el momento en que recibió la llamada de los secuestradores y cómo un negociador la ayudó a lidiar con ellos.

Las voces de esta animación han sido dobladas.