Este lunes se inició en Isla Negra, donde está sepultado junto a su última mujer, Matilde Urrutia, la primera fase de la exhumación de sus restos. En los próximos tres meses, un equipo internacional de 12 peritos intentará confirmar si murió de cáncer como se ha creído durante 40 años o fue víctima de un envenenamiento como afirma su exchofer Manuel Araya.

Los expertos forenses tendrán que concentrarse en dos cosas.

Primero, buscarán evidencias del cáncer en los huesos del poeta. En caso de encontrarla, probarían que la enfermedad estaba en una etapa avanzada, lo que apoyaría, aunque no probaría, la teoría de que murió a causa de ese mal.

"Se supone que Neruda tenía cáncer de próstata. Esta enfermedad muchas veces hace metástasis en los huesos, así que es posible que descubramos qué tan avanzada estaba la enfermedad", le explicó Gloria Garrido Varas, antropóloga chilena que hace parte del equipo de exhumación, a la BBC.

"La facilidad para encontrarlo también va a depender de qué tan bien estén conservados los huesos después de tantos años", añade.

En segundo lugar intentarán identificar signos de toxinas, cuyo descubrimiento daría peso a la teoría de que fue asesinado por envenenamiento.

"Lo difícil de determinar si hay rastros de veneno es que no sabemos qué tipo de veneno estamos buscando. Dependiendo de eso, la cantidad utilizada y el número de dosis implicadas, será más o menos difícil identificarlo en el análisis", señaló Garrido.

Difícil pero no imposible

Pablo Neruda

Para empezar procederán a sacar la urna correspondiente a Matilde Urrutia (su esposa) para luego retirar la de Neruda y constatar que le corresponde.

Sin embargo, afirma la experta, pese a las dificultades y que han transcurrido 40 años desde su muerte, todavía es posible encontrar evidencias en los restos a través del análisis toxicológico.

"Confío totalmente en que tenemos las habilidades científicas para llevar a cabo el proceso correctamente, no solo porque contamos con una unidad médica de alto nivel, también porque hay muchos expertos externos colaborando en el proceso, toxicólogos estadounidenses y españoles", dijo.

Aun así, los profesionales implicados en la exhumación han aclarado en varias oportunidades que el resultado de la autopsia servirá como complemento, como aporte, y no será necesariamente decisorio para determinar específicamente cómo murió.

A la exhumación asistirán, entre otros, el juez que lleva el caso, Mario Carroza, además de cinco expertos del estatal Servicio Médico Legal, cuatro peritos de la Universidad de Chile y cuatro expertos internacionales.

El tiempo que demorará aún está por determinarse y depende del resultado de los procesos previos.

"En ese nicho hay dos urnas, por lo que primero se procederá a sacar la correspondiente a Matilde Urrutia (su esposa) para luego retirar la de Neruda. Una vez que constatemos que corresponde a la del poeta, se procederá a su extracción y sellado con la cadena de custodia, verificándose que lo que se sacó es lo que ingresa al Laboratorio de Antropología del Servicio en Santiago, que es lo que se examina e informa al magistrado", detalló el doctor Patricio Bustos, director del Servicio Médico Legal (SML) chileno, institución a cargo de la exhumación.

Frente a dudas de por qué es tan importante el proceso de exhumación, teniendo en cuenta que gran parte de la familia del fallecido está convencida de que murió de cáncer, la doctora Garrido opina que "la historia médica de Neruda sigue siendo un misterio porque nunca han logrado encontrar los historiales médicos. Mientras prevalezca la duda, la exhumación se justifica".