"Estoy viendo la opción de dos Estados y de un Estado, y me gusta aquella que prefieran ambas partes. Estoy muy contento con aquella que le guste a las partes. Puedo vivir con cualquiera".
La frase, pronunciada en referencia al conflicto palestino-israelí este miércoles por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, parece complaciente, hasta despreocupada. De fondo se puede oír la risa del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Sin embargo, con esas palabras Trump rompió con décadas de una política estadounidense que establecía como condición para la paz entre israelíes y palestinos que se aplicara la llamada "solución de dos Estados".
Pero, ¿qué es la "solución de los dos Estados" y qué significa que Trump no lo considere una condición para la paz en el conflicto palestino-israelí?
Dos Estados
La "solución de los dos Estados" hace referencia a un arreglo final que establezca la creación de un Estado independiente palestino que tenga como fronteras las reconocidas en el alto al fuego de 1967 en Cisjordania, la Franja de Gaza y el Jerusalén Oriental, y que conviva pacíficamente junto a Israel.
Este concepto, establecido como condición para alcanzar la paz en el conflicto palestino-israelí, ha contado con el respaldo de Naciones Unidas, la Liga Árabe, la Unión Europea, Rusia y, hasta ahora, de EE.UU.
El primer presidente estadounidense en apoyar explícitamente esta solución fue Bill Clinton en 2001: "No puede haber una solución genuina del conflicto sin un Estado palestino soberano y viable que se ajuste a los requerimientos de seguridad de los israelíes y las realidades demográficas".
Sus sucesores, el republicano George W. Bush y el demócrata Barack Obama convirtieron este concepto en una política de Washington.
Y así como la comunidad internacional lleva décadas respaldando la solución de los dos Estados, los líderes israelíes y palestinos también lo han hecho con sus diferencias sobre cómo llevarlo a cabo.
No obstante, en la conferencia de prensa de este miércoles ni Trump ni Netanyahu se comprometieron explícitamente a respaldar en el futuro la creación de un Estado palestino.
Desde 2014 que israelíes y palestinos no mantienen negociaciones de paz sustantivas.
Un "gran" acuerdo de paz
Fiel a su estilo, Trump prometió un "gran" acuerdo de paz para el conflicto palestino-israelí.
"Durante un tiempo pensé que la solución de los dos Estados era lo más fácil", dijo el presidente de EE.UU. antes de aclarar que luego se dio cuenta que lo mejor era que ambas partes llegaran a un acuerdo, cualquiera fuera.
"Para ser honesto, si Bibi (Netanyahu) y los palestinos, si Israel y los palestinos están felices, entonces yo estoy feliz con la solución que crean mejor".
Al ser consultado sobre la solución de los dos Estados, Netanyahu dijo que quería enfocarse en la "sustancia" y no en las "etiquetas".
"Hay dos prerrequisitos para la paz", sostuvo el primer ministro israelí. "El primero es que los palestinos deben reconocer a Israel como un Estado judío".
"En segundo lugar, en cualquier acuerdo de paz, Israel debe mantener el control de seguridad primordial sobre toda la zona oeste del río Jordán".
El gobierno israelí tiene la esperanza de mejorar su relación con la Casa Blanca luego de 8 años de fricción con el gobierno de Obama.
Las críticas
Por su parte, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, reafirmó su compromiso con la solución de los dos Estados y dijo "estar listo" para "trabajar por la paz" con Trump.
Además, respaldó el pedido de Trump a Israel de que "contenga un poco" la expansión de sus asentamientos.
Israel ha aprobado la construcción de miles de nuevos hogares en los asentamientos de Cisjordania y Jerusalén Oriental desde que Trump asumió la presidencia, el 20 de enero.
Más de 600.000 israelíes viven en unos 140 asentamientos construidos desde la ocupación israelí de Cisjordania y Jerusalén en 1967, tierras que los palestinos reclaman para la creación de su futuro Estado independiente.
Los asentamientos son considerados ilegales bajo las normas internacionales. El pasado diciembre, el Consejo de Seguridad de la ONU condenó los asentamientos y exigió a Israel que los detenga.