¿Votar por una candidata sólo por ser mujer? ¿Es verdad que las mujeres son mejores y más fuertes que los hombres?
Son algunas de las preguntas en la polémica que suele confrontar a las feministas en México y otros países.
La controversia surge por la teoría del "Mujerismo", una forma de definir el papel de las mujeres en la sociedad… Pero desde el punto de vista de los hombres.
Sobre el tema hay varias definiciones, aunque la más frecuente es creer que las mujeres son mejor que los hombres sólo por una razón de género.
"Es una postura donde se presume que las condiciones naturales, como el ser madre o tener un parto las hace más fuertes o mejores", le explica a BBC Mundo Argentina Casanova, fundadora del Observatorio de Violencia Social y de Género de Campeche.
Quienes coinciden con esta idea afirman que no necesitan a los hombres, y algunas incluso la ven como una posición "sexista".
¿Vulnerables?
Pero en cambio, para otros, "mujerismo" es ver a las mujeres como seres necesitados de protección.
Esto es, "sin fuerza, siempre dentro del esquema de poder generado por el hetero-patriarcado", le dice a BBC Mundo Emma Obrador, una de las fundadoras de la Asociación Internacional de Mujeres Abrazando a México.
"Una visión donde las mujeres siempre vamos a tener menos poder, de que no tenemos fuerza nosotras mismas por el hecho de ser mujeres".
Y para algunos más el concepto es una forma de obtener beneficios o un trato distinto por el hecho de ser mujeres.
Un ejemplo, explican expertos, son las candidatas que promueven para ellas el "voto femenino".
"No es lo mismo ser feminista que ser mujerista", escribe la escritora Lydia Cacho en el portal Sin Embargo.
"Mientras las feministas entienden la diversidad como la base de la igualdad, las mujeristas intentan homogeneizar a todas las mujeres para exigir solidaridad".
Al final, coinciden las especialistas, las definiciones de "mujerismo" no reivindican la lucha histórica del feminismo por la igualdad y contra la violencia de género.
Y muchas veces se pretende definir cono "mujerista" a quienes defienden los derechos de las mujeres.
Es una de las razones de la controversia.
"Una traba"
Marta Lamas, una de las pioneras en el movimiento feminista mexicano, ve al "mujerismo" como un obstáculo.
"El que haya un gran sector que siga hablando de mujeres, mujeres y sólo mujeres es una traba para un cambio conceptual que permita conectar a la mayoría de la gente con las reivindicaciones de igualdad", dijo al portal Horizontal.
Por eso hay confusión sobre todo en mujeres jóvenes, añade la especialista.
Algunas chicas, por ejemplo, están en contra de la violencia de género, la penalización del aborto y favorecen la equidad en salarios y oportunidades de empleo.
Temas por los que ha luchado el feminismo mexicano desde hace décadas.
Pero las jóvenes no se asumen como feministas porque creen que el movimiento está en contra de los hombres, como señala una de las definiciones de "mujerismo".
Y es todo lo contrario, señala Argentina Casanova. "El principio fundamental del feminismo es la búsqueda de la igualdad", explica.
"(Queremos) ser tratadas como personas, tener derecho a una vida libre de violencia. El feminismo nunca postula la superioridad".
Consecuencias
En México la discusión va más allá de la teoría. Y una de sus consecuencias más graves es lo que las activistas llaman "actitud mujerista" de las autoridades.
Se nota cuando se resisten o de plano niegan investigar la violencia contra mujeres.
Muchas veces cuando las víctimas quieren presentar una denuncia encuentran actitudes hostiles en las fiscalías, afirma Casanova.
"La primera respuesta que te dan es '¿no saben que las mujeres también golpean y violentan a los hombres?".
"Es parte de la construcción del mujerismo. Dicen 'a ver, hay mujeres muy machas, dicen que pueden solas, ¿por qué no se defienden, no que son muy valientes?".
En la política también se notan las consecuencias del mujerismo. Los partidos postulan candidatas sólo para buscar el voto de las mujeres, coinciden las especialistas.
Y cuando son electas son pocas las que pretenden modificar la situación de desigualdad de género, y algunas incluso toman decisiones en sentido contrario.
Por ejemplo entre 2007 y 2011 el Partido Revolucionario Institucional (PRI, actualmente en el poder) apoyó modificaciones a la constitución de 16 de los 32 estados del país, a fin de proteger la vida desde el momento de la concepción.
Con esos cambios prácticamente se impidió la despenalización de aborto en la mayor parte de México, como demandan los grupos feministas.
La presidenta del PRI en esa época era una mujer, Beatriz Paredes.
Es otra parte de la controversia, dicen las especialistas: una feminista no llama a votar por ella por ser mujer, sino por sus habilidades.
Las mujeristas, en cambio aluden al género para enfrentar el sexismo que ellas mismas practican.
"Son empresarias o políticas que incursionan en el ejercicio del poder desde la exclusión de las otras, son en realidad sexistas y generalmente racistas y clasistas", insiste.
Emma Obrador cree que es consecuencia de la misoginia "que el sistema ha dejado a todas las personas".
"Hay una disminución por el hecho de ser mujeres en todas nuestras actitudes, se nos disminuye socialmente".
Algo que no se ha logrado erradicar en décadas.