
Nadie esperaba que un club que juega en el exilio y participara por primera vez en la Liga de Campeones fuera a dar la gran sorpresa en su debut contra el Chelsea de Inglaterra, uno de los grandes equipos de Europa.
Este martes, Qarabag FK cayó 6-0 contra el campeón de la Liga Premier inglesa, en la casa del Chelsea en Stamford Bridge, Londres.
No es un estreno en los escenarios internacionales que augure grandes cosas pero hay que abonarle al Qarabag el hecho de clasificar a la Champions después de todo lo que le ha pasado.
Si la historia hubiese sido diferente a finales de los años 80 y principios de los 90, este martes la ciudad de Agdam habría vivido una de sus mayores fiestas deportivas con el debut del Qarabag FK en la Liga de Campeones frente a Chelsea.

Pero en la ciudad que fue fundada a principios del siglo XIX y fue el centro económico del sur oeste de Azerbaiyán en la era soviética, no se cantará ningún gol ni habrá algún tipo de celebración.
Sólo el silencio de las ruinas que quedaron en esta población tras la guerra Nagorno Karabaj, el conflicto que durante seis años sacudió este territorio montañoso de mayoría armenia en el Cáucaso Sur.

Agdam fue uno de los objetivos clave de la guerra y cuando cayó bajo dominio de las tropas separatistas en 1993 su población fue forzada a desplazarse hacia el este.
Destruida y saqueada, Agdam se transformó en un pueblo fantasma, con la silueta derruida de los edificios que una vez fueron el hogar de 30.000 personas.
Exilio futbolístico
Diez día después de la captura de Agdam, el Qarabag venció al FK Khazar 1-0 para proclamarse campeón por primera vez en su historia.
El partido se celebró en la ciudad de Sumgayit, lo que marcó el inicio de un exilio futbolístico que se mantiene hasta el presente.

Una de sus estrellas de aquella época fue el goleador Musqiv Kuseynov, quien actualmente es el asistente del técnico Gurban Gurbanov.
"Ellos amaban el fútbol en Agdam, y durante la guerra eso fue lo que le dimos a ellos", contó Kuseynov en declaraciones al periódico británico The Independent.
"Pero la calma se fue. Seguimos jugando, pero se convirtió en una obligación. Cada minuto sabías que una bomba podía cambiar tu vida", recordó.
La falta de una casa como referencia hizo que el Qarabag estuviera cerca de desaparecer con la entrada del nuevo milenio, pero fue entonces cuando recibió una fuerte inyección de dinero que cambió radicalmente su fortuna.

Se trató de un renacimiento polémico, impulsado por el expresidente Heyder Aliyev, quien dio luz verde para que un consorcio respaldado por el Estado, pero controlado por los hermanos iraníes Abdolbari y Hasan Gozal, asumiera el control administrativo y financiero del equipo.
La compañía, Intersun, ha sido centro de investigaciones sobre la existencia de redes de negocios y licitaciones asignadas en favor de los hermanos Gozal, que ha sido revelado por el Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación en Bakú.
Significado
Pese a la tregua que se firmó en 1994 y a la creación de un Estado independiente de facto por parte de los armenios de Nagorno Karabaj, no se ha logrado establecer acuerdo de paz permanente y la disputa continúa "congelada".
Eso ha hecho que se haya roto el cese el fuego en varias ocasiones y que en algunas de ellas, como la ocurrida el año pasado, se haya temido por una escalada sin control de la violencia.
De allí que mientras la histórica clasificación del Qarabag a la fase de grupos de la Liga de Campeones tras vencer al Copenhague tenga un significado especial en Bakú, pero genere recelo del otro lado de la frontera en Armenia.

"Para nosotros, los aficionados al fútbol, es doloroso", reconoció un portavoz del Primer Frente Armenio.
"En Armenia no tenemos un club llamado Artsakh -el nombre de Nagorno Karabaj para los nativos- por las reglas de la FIFA y la UEFA. Tal vez sea porque no tenemos el mismo dinero en Armenia que ellos en Bakú y Azerbaiyán", lamentó en el The Independent.
Tras la apabullante derrota en Londres, el martes en la noche, Qarabag esperará tener mejores resultados cuando reciba al Chelsea, a la Roma y Atlético Madrid en su casa adoptiva en Bakú.
Pero su sola presencia en el máximo torneo continental haya revivido la historia de un club que nació en un lugar al que probablemente nunca podrá regresar.