¿Puede convertirse en el próximo presidente de Estados Unidos un autodenominado socialista de 74 años, voz ronca y aspecto desaliñado, al que le gusta despotricar contra la clase dirigente, en especial contra los bancos de Wall Street y las grandes corporaciones?
A la vista del resultado obtenido este martes por el senador demócrata de Vermont Bernie Sanders en las primarias celebradas en el estado de New Hampshire la respuesta parece ser que sí.
Sanders –quien hasta hace unos pocos meses era un desconocido para la mayoría de los votantes estadounidenses– derrotó a Hillary Clinton con un margen de 20 puntos, lo que refuerza sus posibilidades de convertirse en el candidato demócrata de cara a las presidenciales del próximo mes de noviembre.
En su discurso en la noche del martes, Sanders repitió parte de los conceptos que sostuvo en su campaña.
El candidato demócrata dijo que su victoria "envía un mensaje a Wall Street y a Washington" de que "el gobierno le pertenece a la gente y no solo a los ricos".
"Lo que la gente ha dicho es que es muy tarde para los mismos viejos políticos y economistas. La gente quiere un cambio", afirmó ante una sala repleta de seguidores, en Concord, New Hampshire.
La semana pasada el senador ya estuvo a punto de darle un disgusto a Clinton, después de que quedara tan sólo 0,2 puntos porcentuales por detrás de la exsecretaria de Estado en las primarias celebradas en el estado de Iowa.
Cuando en mayo pasado anunció su intención de llegar a la Casa Blanca, la mayor parte de seguidores de Sanders formaban parte del electorado demócrata más a la izquierda del partido, que muchos consideran minoritario.
Pero en los últimos meses los responsables de la campaña de Sanders –nacido en Brooklyn, Nueva York, en 1941 en una familia humilde de origen judío– han logrado que su mensaje llegue a los votantes de a pie, particularmente a los más jóvenes.
El magnetismo que el senador de Vermont ejerce entre los "millennials" (término utilizado para describir a los nacidos después de 1985) quedó claro en las primarias de Iowa.
Sanders obtuvo en aquella ocasión el 84% de los votos de los electores entre 17 y 29 años, frente al 14% de Clinton.
También ganó a la exprimera dama en la franja de edad entre los 30 y los 44 años, con una diferencia de 21 puntos porcentuales.
"Revolución política"
Los analistas creen que los jóvenes -que desde hace meses abarrotan los mítines de Sanders- han conectado con la llamada del senador a participar en "una revolución política" pacífica para acabar con el control que, según él, tienen sobre el país los multimillonarios y las grandes corporaciones.
Encuesta tras encuesta, los votantes de menor edad dicen sentirse atraídos por la figura de Sanders porque, a diferencia de Hillary Clinton, les parece una persona "sincera".
La estrategia que su campaña ha llevado a cabo en las redes sociales –en las que supera en número de seguidores a Clinton- ha hecho que su apoyo entre los jóvenes haya ido creciendo de forma orgánica, a través de organizaciones de base que han surgido en muchas escuelas y campus universitarios de EE.UU.
Según informaba el diario The New York Times, en estos momentos Sanders cuenta con comités de campaña en más de 220 universidades de todo Estados Unidos, en las que no es extraño ver a estudiantes luciendo camisetas con el lema que ha hecho famosos al senador: "Feel The Bern" (un juego de palabras con su apellido que se traduciría como "Siente el fuego" o "Siente el ardor").
Según los analistas, ha sido el apoyo de los jóvenes el que ha hecho que ya no se vea como algo imposible que Sanders –quien lleva años involucrado en la lucha por los derechos civiles– acabe arrebatándole a Hillary Clinton la nominación demócrata parta las presidenciales de noviembre.
Temas de campaña
Educación superior gratuita, sanidad pública universal, lucha contra el cambio climático, reforma migratoria y del sistema judicial, vacaciones y licencias de maternidad pagadas para los trabajadores, fin de las contribuciones de las corporaciones a las campañas políticas, mayor control de Wall Street y sus bancos, fin de las rebajas fiscales para los ricos…
Sanders habla de todos estos temas en un tono populista y desacomplejado, logrando conectar con un electorado más joven cansado de los políticos, tanto demócratas como republicanos, que, según el autodenominado socialista, anteponen los deseos de sus influyentes donantes a los de los ciudadanos.
El político se ha comprometido a no aceptar para su campaña ni un solo dólar de las grandes empresas, logrando recaudar tan sólo en el último trimestre de 2015 US$33 millones gracias a las pequeñas donaciones de sus seguidores.
Elizabeth Morrow es una joven que apoya a Sanders en New Hampshire, y que no está de acuerdo con las feministas de más edad que aseguran que las mujeres tiene la obligación de votar a Hillary Clinton.
Según le dijo a la periodista de la BBC Barbara Plett Usher, cree que la palabra feminista no significa lo mismo para la generación de Hillary Clinton que para la suya.
Asegura que muchas mujeres jóvenes planean votar por Sanders porque los problemas y soluciones de los que habla se ajustan más a sus necesidades que en el caso de Clinton.
"Lo bueno de 2016 es que podemos ir a YouTube y ver quién ha dicho qué y cuándo. Así que podemos ver lo que Sanders decía de los derechos de las mujeres en 1992 y 1995″.
"Y estas mujeres jóvenes a las que se dirige Clinton pueden verla en 2008 disparando un arma y bebiendo cerveza… tratando de situarse a la derecha de Obama", aseguró la joven.
"Así que podemos ver que ha cambiado su discurso y eso es un problema para muchos millennials. Queremos autenticidad, y en esos videos se ven las cosas tal como son. Podemos ver el historial de los dos. Está todo en internet disponible de forma gratuita".
Según los expertos, el hecho de que Sanders se autoproclame como un socialista no supone un problema para muchos jóvenes que, según encuestas recientes, tienen una visión más positiva de ese término que generaciones anteriores.
Cosas que cambiar
BBC Mundo acudió hace unos meses a uno de los mítines que Bernie Sanders ofreció en Los Ángeles, California, y al que asistieron cerca de 20.000 personas.
Entre los presentes había muchísimos jóvenes, algunos de los cuales no habían cumplido 18 años.
"Estoy aquí para mostrar mi apoyo a Bernie porque creo que en este país hay muchas cosas que tienen que cambiar. Hay que reconstruir la clase media y él me ha devuelto la esperanza de que eso es posible", aseguró Edwina Aguayo, quien acudió al evento de Los Ángeles acompañada de varios amigos.
"Hasta hace unos meses ningún candidato se atrevía a hablar del racismo que existe en este país, y Bernie pone el énfasis en la necesidad de que estemos unidos, sin importar nuestra raza", apuntó la joven.
Daniel, un estudiante de ciencias políticas de 18 años aseguró que apoya a Sanders -porque como él- cree que "la universidad debe ser gratuita".
"Además, el hecho de que no sea un político como los demás y que apueste por cambiar el sistema me gusta", dijo el joven originario del condado californiano de Orange.
"También estoy de acuerdo con él en que la sanidad gratuita debería ser un derecho de todos los estadounidenses y no sólo de unos pocos".
Su amigo Jake, de 18 años y estudiante de relaciones internacionales, aseguró "que hay muchas cosas en las que no está de acuerdo con Sanders, aunque le apoya "porque no es como el resto de políticos".
"No acepta dinero de las grandes corporaciones y se nota que le preocupa la gente y no sus donantes".
Lo mismo opinó Erik Martínez, un estudiante de secundaria de 17 años que por primera vez podrá votar en las presidenciales de noviembre y que le dará su apoyo al senador de Vermont porque este "quiere gobernar para la gente".
"Habla de cosas con las que estoy de acuerdo, como no dar rebajas fiscales a los millonarios o luchar contra el cambio climático. Creo que Hillary Clinton es una republicana disfrazada de demócrata. Recibe demasiado dinero de las grandes corporaciones", asegura Martínez.
¿Imposible?
Según le dijo a BBC Mundo el director de comunicación la campaña de Sanders, Michael Briggs, el éxito del senador está en que "habla de asuntos que los grandes medios no tratan y sobre los que a una mayoría de estadounidenses -ya sean republicanos, demócratas o independientes- están de acuerdo".
Según Briggs, desde que inició su carrera política como alcalde de Burlington, la mayor localidad del estado de Vermont, Sanders "ha sido subestimado y eso es algo que ha demostrado no se debe hacer con él".
No hay que olvidar que en 1991 Sanders se convirtió en el primer candidato independiente en ser elegido para el Congreso de EE.UU. en más de cuatro décadas, gracias al apoyo ciudadano que recibió y que ahora está tratando de replicar a nivel nacional con su llamado a una "revolución ciudadana".
¿Imposible? No para los miles de jóvenes que en las primarias de Iowa y New Hampshire le han dado su apoyo.