Según un informe de la Organización Mundial de la Salud de 2018, cerca de 646.000 personas mueren cada año como resultado de una caída, mientras que 37,3 millones de caídas son lo suficientemente graves como para requerir atención médica.

El número no solo es grande sino que, en las últimas dos décadas, la cifra se ha duplicado, y la edad a la que normalmente comienzan a producirse las caídas (que ocurrían típicamente en adultos de más de 60 o 65 años) está adelantándose.

Los datos muestran que, en parte, los seres humanos estamos perdiendo la capacidad de mantenernos en equilibrio, una habilidad tan natural para nosotros que rara vez nos damos cuenta de todos los procesos que involucra.