La decisión de la Iglesia Católica de convertir en santo a Juan Pablo II de forma tan rápida refleja a la vez los retos que enfrenta el Vaticano en estos días y el rumbo que el papa Francisco quiere darle a la institución, opinan expertos.

El Vaticano informó este viernes que el papa Francisco aprobó el decreto que reconoce un segundo milagro de Juan Pablo II -quien condujo la Iglesia de 1978 hasta su muerte en 2005- allanando el camino para su próxima canonización.

El papa también decidió santificar a Juan XXIII -cuyo pontificado se extendió de 1958 a 1963- aún sin que le hayan sido atribuidos dos milagros.

Si bien el proceso para la santificación de Juan Pablo II se inició en 2011, los expertos creen que estas decisiones pueden contribuir a asociar al actual pontífice argentino con dos figuras clave de la historia reciente de la Iglesia, que hoy pasa por una crisis.

"Estos dos papas consiguieron sacar a la Iglesia de la crisis en que estaba entre los siglos XVIII y XIX: ellos situaron nuevamente a la Iglesia en la modernidad", dijo Edgard Leite Ferreira, profesor asociado de historia de las religiones en la Universidad Estatal de Río de Janeiro (UERJ).

"Todo lo que (el papa Francisco) ha dicho va en el sentido de reforma y transformación, entonces la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II le dan una legitimidad muy grande: él se identifica con esos papas transformadores", agregó en diálogo con BBC Mundo.

El milagro de Juan Pablo II en Costa Rica

En la ciudad de Cartago, en el centro de Costa Rica, tuvo lugar el que el Vaticano calificó este viernes como el segundo milagro de Juan Pablo II.

Para reproducir este material debe tener activado Java Script, así como tener instalada la última versión de Flash Player.

Pero otros creen que también es una forma de colocar la atención fuera de los escándalos que sacuden al Vaticano actualmente, y que fueron importantes para la renuncia inusual del papa Benedicto XVI este año.

Cuestión de plazos

Juan XXIII fue el papa que convocó hace medio siglo al Concilio Vaticano II para impulsar reformas dentro de la Iglesia, aunque el pontífice italiano falleció antes de que el mismo fuera completado.

Quien lo beatificó fue precisamente Juan Pablo II, un polaco también considerado renovador exitoso -aunque polémico- de la Iglesia, que influyó en el derrumbe de la Unión Soviética.

Juan Pablo II fue criticado a la vez por su rechazo al uso del preservativo en tiempos del VIH/sida, a las uniones civiles entre homosexuales y por los abusos sexuales que cometieron responsables religiosos mientras él encabezaba la Iglesia.

Con el apoyo del entonces cardenal alemán y posterior papa Joseph Ratzinger, también combatió en América Latina la Teología de la Liberación, una corriente crítica dentro de la Iglesia que Juan Pablo II asociaba con el marxismo.

En cambio, otorgó un estatus semiindependiente de "prelatura personal" al Opus Dei y autorizó la polémica canonización del fundador de esa agrupación, el español Jose María Escrivá de Balaguer.

Fue el propio Juan Pablo II quien derogó el plazo normalmente de cinco años tras la muerte de una persona para iniciar su proceso de beatificación, para acelerar el de la Madre Teresa de Calcuta.

Juan XXIII

El papa Francisco también decidió santificar a Juan XXIII.

Cuando su sucesor Benedicto XVI aprobó el trámite para beatificar a Juan Pablo II en 2011, menos de seis años después de su muerte, muchos notaron que se trataba de un proceso exprés excepcional en la historia moderna.

El Vaticano indicó en ese momento que la celeridad respondía a la "imponente reputación de santidad" de Juan Pablo II, durante su vida y tras su muerte.

"Esos dos papas merecen canonización, independiente de los milagros de que hayan sido responsables, por el papel que tuvieron en la historia reciente de la Iglesia", sostuvo Ferreira.

"La Iglesia está adoptando el ritmo del tiempo contemporáneo", agregó.

"Bajo la alfombra"

André Chevitarese, profesor del instituto de historia de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) especializado en la Iglesia, coincidió en que la santificación de Juan Pablo II se concretará en un tiempo inusual.

"Desde el punto de vista histórico, no soy capaz de mencionar una santificación tan rápida como esta"

André Chevitarese, Universidad Federal de Río de Janeiro

"¿Cuántos santos tiene Brasil, Argentina o Chile? Los procesos son siempre lentos", señaló a BBC Mundo. "Desde el punto de vista histórico, no soy capaz de mencionar una santificación tan rápida como esta".

A principios de esta semana, el grupo de cardenales encargados de examinar los candidatos a santos atribuyó un segundo milagro a Juan Pablo II que estaría relacionado con la curación de una mujer de Costa Rica.

El primero data de 2005, cuando la monja francesa Marie Simon-Pierre se habría librado del mal de Parkinson que padecía tras rezarle al fallecido pontífice.

Por el momento no se han revelado fechas para las correspondientes ceremonias de canonización.

Chevitarese recordó que este anuncio ocurre en medio de escándalos financieros que afectan al Banco de Vaticano y de abusos sexuales dentro de la Iglesia.

"Volver a Juan Pablo II es vincular una imagen positiva, vibrante y victoriosa de esta Iglesia", afirmó.

"Y de alguna manera es tirar bajo la alfombra los problemas que hoy aprietan a la alta cúpula del catolicismo", concluyó.

La santificación de Juan Pablo II surge justo antes del primer viaje internacional del papa Francisco, que asistirá a la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro a fin de mes.

Juan Pablo II prestó una atención particular a América Latina, considerada la reserva de los católicos del mundo y región que visitó en 26 viajes apostólicos.