Abrir un huevo de chocolate y no encontrar nada en su interior es siempre una gran decepción. Para muchas empresas chocolateras, sin embargo, el hecho de que los huevos de Pascua sean huecos más que una decepción es un problema.
Y es que su tamaño, su forma ovalada y las cajas necesarias para mantenerlos intactos hacen que ocupen demasiado espacio.
Por ello, a la hora de comercializar estos productos, muchos fabricantes buscan la manera de cargar en el precio final el costo adicional que implica su transporte.
A este problema se enfrenta la chocolatera británica Montezuma’s.
"Suena ridículo, pero hay mucho aire en los huevos de Pascua en comparación con lo que cuestan", dice su fundadora, Helen Pattinson.
La compañía tiene seis tiendas en el sudeste de Inglaterra y vende a clientes en Europa y Estados Unidos, y a través de su página web.
A pesar de la buena reputación que tienen los chocolateros suizos y belgas, Pattinson percibe una demanda creciente de chocolate británico.
"Muchos amantes de la comida artesana se están empezando a dar cuenta de que Reino Unido es un fantástico productor de chocolate", dice.
Otra empresa que trata de aprovechar el creciente interés por el chocolate inglés es Ramsden International.
Para esta compañía familiar especializada en la exportación de productos británicos, la Pascua es el período de mayor actividad después de las Navidades.
La forma alargada de los huevos de chocolate, sin embargo, no supone un problema para Ramsden, que produce una gran variedad de productos y es capaz de mezclar los huevos de Pascua con otros artículos en sus envíos.
Cuando Ramsden International comenzó a exportar en la década de 1970, la mayor parte de los pedidos se enviaban a expatriados residentes en países como España, Portugal, Francia, Canadá, Australia o Hong Kong.
Sharan Gill es una de ellas. Vive en Hong Kong y siempre compra huevos de chocolate para sus hijas en Semana Santa.
"Es una tradición que compartimos con nuestros amigos occidentales y asiáticos. Me suelo gastar entre 100 y 150 dólares hongkoneses (US$13-US$19) en chocolate todos los años para que mis hijas los busquen en Pascua. Les encanta", dice Gill.
Pero no solo los pequeños fabricantes se benefician del fervor que despiertan estas tradiciones cristianas en otras partes del mundo.
La multinacional británica Marks and Spencer, por ejemplo, asegura que vende un número considerable de los populares huevos en 468 de sus tiendas en el extranjero, sobre todo en lugares como Hong Kong, Europa Occidental y la República Checa.
En Montezuma’s son conscientes de esta tendencia y ya buscan formas de adaptar su producto para poder competir en estos mercados.
"Nuestro objetivo ahora es producir huevos que no tengan tanto aire dentro", concluye riendo Helen Pattinson.