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Eventualmente la medida será establecida en toda la provincia de Xinjiang.

Se cree que la medida afectará a cientos de miles de conductores y quienes no cumplan con ella no podrán poner combustible en sus vehículos.

La directiva, que entró en vigor esta semana en la prefectura autónoma mongol de Bayingolin, en el noroeste de China, ordena a los residentes instalar dispositivos de rastreo por GPS en sus vehículos.

La prefectura involucrada pertenece a la región autónoma de Xinjiang, que limita con Asia Central y donde vive la enorme población musulmana de los uigures.

El objetivo de las autoridades es mantener un registro permanente de los movimientos de los residentes y ha sido descrita como una medida antiterrorista.

Sin embargo, activistas de derechos humanos lo denuncian como una manera de mantener el control absoluto sobre la minoría religiosa.

"Amenaza severa"

El diario estatal local Global Times, citó a un funcionario de la Oficina de Seguridad Pública de Bayingol quien dijo que la medida "ayudará a la seguridad y estabilidad social".

"Existe una amenaza severa del terrorismo internacional, y se han utilizado autos como un medio clave de transporte para terroristas además de que constantemente se utilizan como armas".

"Por lo tanto, es necesario monitorear y rastrear a todos los vehículos en la prefectura usando el sistema (de satélites chino) Beidou y la identificación electrónica de vehículos para mejorar la administración de vehículos", asegura la declaración.

La policía local indicó que "todos los vehículos deben instalar el sistema para que puedan ser rastreados" y agregó que la medida también ayudará a los dueños de automóviles a encontrar sus autos si éstos son robados".

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Los uigures tienen una enorme población en Xinjiang.

Las autoridades aseguraron que los conductores que se rehúsen a instalar el sistema no podrán comprar combustible.

La instalación de GPS en los vehículos de Bayingol es la última de una serie de medidas impuestas por las autoridades en los últimos años para erradicar la violencia en la provincia.

Xinjiang ha sido escenario de una serie de ataques con bombas y cuchillos en años recientes.

Pekín responsabiliza a lo que llama "elementos separatistas influenciados por extranjeros" en la población de los uigures, quienes tienen estrechos lazos con las naciones de Asia Central.

Pero tal como señala la editora de la BBC en China, Carrie Gracie, los críticos afirman que los responsables son las propias políticas del gobierno.

"Estas incluyen una estricta vigilancia policial y un rígido control de la religión musulmana y de la cultura uigur, lo cual ha aislado más a una minoría que ya vive en desventaja", dice la periodista.

El gobierno, sin embargo, niega cualquier tipo de represión.

"Despliegue de fuerza"

El último incidente de violencia ocurrió la semana pasada, cuando atacantes armados con cuchillos mataron a cinco personas en una pequeña localidad en el sur de Xianjiang.

Los atacantes murieron por disparos de la policía.

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La mayoría de los uigures de Xinjiang viven en la pobreza.

El sábado pasado, las fuerzas de seguridad llevaron a cabo un desfile antiterrorista, que los corresponsales describen como "un enorme despliegue de fuerza", en el que cientos de hombres armados marcharon por las calles de la capital regional Urumqi.

En junio, la policía de Xinjiang ordenó a los residentes presentar muestras de ADN y otros datos biológicos cuando soliciten documentos de viaje.

La medida, que según el gobierno también era para combatir el terrorismo, fue criticada por grupos de derechos humanos.

Tal como le dijo al periódico The Guardian, Yang Shu, experto en terrorismo de la Universidad Lanzhou, en el noroeste de China, los aparatos de rastreo ayudarán al gobierno en su lucha contra el terrorismo en una región enorme pero escasamente poblada donde los 1,5 millones de residentes están extendidos en un área dos veces más grande que Reino Unido.

"La prefectura tiene un área grande y una población pequeña, así que hay muchos puntos ciegos donde se dificulta la vigilancia del gobierno", afirma el experto.

Yang cree que la instalación de estos dispositivos forma parte de un programa piloto que eventualmente será puesto en vigor en todo Xinjiang.

Y afirma que éste es mucho más barato que poner decenas de miles de cámaras de seguridad.