El más destacado líder de la oposición al presidente Vladimir Putin, Alexei Navalny, fue condenado este miércoles por malversación en un tribunal de Kirov, en el oeste de Rusia.
Un juez lo sentenció a cinco año de prisión en suspenso, como solicitó la fiscalía, por lo que no podrá participar en las elecciones presidenciales de 2018.
El líder opositor ya había sido hallado culpable de malversación en 2013, pero el caso volvió a la justicia después de una serie de protestas en su apoyo y de que la Corte Europea de Derechos Humanos afirmara que no había recibido un juicio justo.
Navalny niega las acusaciones en su contra, las cuales -dice- tienen motivaciones políticas.
Tras conocerse su sentencia, el opositor dijo no reconocerla y aseguró que el veredicto es como "un telegrama mandado por el Kremlin", al que acusa de temer su candidatura a la presidencia.
¿Quién es Nalvany?
Alexei Navalny, de 40 años, es conocido por realizar una campaña anticorrupción dirigida contra funcionarios cercanos al Kremlin.
Él sostiene que el caso en su contra se montó para mantenerlo por fuera de la política.
Recientemente había intensificado su actividad política tras anunciar planes para postularse a la carrera presidencial en 2018.
Putin, por su parte, está habilitado por la constitución de buscar un segundo periodos consecutivo de seis años pero todavía no ha expresado sus planes.
Navalny surgió como una fuerza en la política rusa en 2008, cuando empezó un blog sobre la supuesta mala práctica y corrupción de algunas de las grandes corporaciones controladas por el Estado.
Antes de las elecciones parlamentarias de 2011, describió el Partido Rusia Unida de Putin como "el partido de delincuentes y ladrones", una frase que resonó con muchos rusos, y urgió al electorado a votar por cualquier otro candidato.
Rusia Unida ganó las elecciones, pero hubo acusaciones fraude generalizado que generaron protestas en Moscú y otras de las principales ciudades en Rusia.
Navalny fue arrestado y pagó 15 días de cárcel después de las primeras protestas en diciembre de ese año, pero salió para dirigirse ante una gran congregación de manifestantes de más de 120.000 personas.
Eso le dio impulso para lanzar su candidatura a la alcaldía de Moscú en 2013 recibiendo, para sorpresa de muchos, más de un cuarto de los votos.
Las críticas contra el gobierno continuaron más intensamente, particularmente a través de las redes sociales, atrayendo simpatizantes jóvenes con un lenguaje ágil e incisivo, mofándose de la élite leal al presidente Putin.
Los juicios
En represalia, el poderoso Comité Investigativo lanzó una investigación criminal sobre las actividades pasadas de Navalny.
En su primer juicio, en 2013, Navalny fue hallado culpable de liderar un grupo que malversó madera de la compañía estatal maderera Kirovles, por valor de US$500.000, cuando trabajaba como asesor del gobernador de Kriov, Nikita Belykh.
Ese juicio original terminó con una sentencia suspendida de cinco años de prisión, un veredicto que sus simpatizantes interpretaron como políticamente motivado.
La Corte Europea de Derechos Humanos determinó que no había sido un juicio justo y la Corte Suprema de Rusia ordenó un nuevo proceso.
Navalny describió el segundo juicio como una "copia exacta" del proceso original y vaticinó que sería encontrado culpable una vez más.
Al emitir su fallo, el juez Alexei Vtyurin declaró que "Navalny organizó un crimen cometido por un grupo de personas que consistió del saqueo a grande escala de la propiedad de otros".