Una falsa alarma provocó el desalojo de uno los edificios del complejo de Pemex en Ciudad de México, donde la semana pasada se presentó una explosión que causó la muerte a 37 personas.
Al parecer, algunas trabajadores confundieron el olor de comida descompuesta con el de gas.
Se indicó que la evacuación se efectuó en el edificio A del lugar, cerca del edificio B2, sitio de la explosión.
El desalojo se produjo pocas horas después de que los más de 8 mil trabajadores del complejo regresaran a sus labores tras cinco días de receso por la tragedia.
En algunos medios se indica que los empleados ya regresaron a sus puestos.
El lunes en la noche, cuatro días después de la tragedia, las autoridades mexicanas revelaron que la mortífera explosión se debió a una acumulación de gas (posiblemente metano).
Según Juan Carlos Pérez Salazar, corresponsal de BBC Mundo en México, las investigaciones por esta tragedia continúan y las autoridades han dicho que, si se trató de un acto de negligencia, castigarán a los culpables.