Mientras el nuevo presidente de China, Xi Jinping, continúa en su primer viaje al extranjero desde que asumió su mandato, una particularidad se vuelve cada vez más evidente: tendrá que compartir el escenario con su esposa Peng Liyuan.

Una sonrisa, un gabán negro y un elegante y sencillo bolso, le bastaron a la primera dama –una conocida cantante de música folclórica– para robarse el escenario el viernes pasado, durante la visita del presidente a Moscú.

Al día siguiente, para ilustrar el encuentro con el presidente ruso Vladimir Putin, los periódicos más importantes de Pekín reemplazaron la tradicional imagen del apretón de manos entre el mandatario chino y su anfitrión, por una fotografía de Xi Jinping junto a su esposa.

Y mientras acompaña a su marido en sus visitas a Tanzania y Sudáfrica, la nueva primera dama sigue causando sensación en los medios de comunicación y redes sociales.

¿Cantará en alguno de los actos oficiales? ¿Dará algún discurso sobre el problema del sida (es embajadora de salud de la ONU)?, especulan una y otra vez mientras alaban su estilo y glamour.

Como caída del cielo

Primera dama china

Muchos esperan que su presencia ayude a que el misterioso mandato comunista se vuelva más accesible.

Justo cuando China lucha por mejorar su imagen en el exterior, la primera dama, quien que ha deslumbrado al público en su país y en el extranjero con su voz de soprano, llega como caída del cielo.

Muchos cuentan con que su presencia ayude a que el siempre misterioso liderazgo comunista se vuelva más accesible.

"Tradicionalmente la imagen del Partido Comunista ha sido muy seria y aburrida y sus líderes siempre se han comportado como robots, como parte de una maquinaria del Estado, sin ningún tipo de carisma ni encanto", le dijo a la BBC Li Yinhe, sociólogo de la sede en Pekín de expertos de la Academia China de Ciencias Sociales.

"Se espera que Peng Liyuan le aporte algo distinto al mandato".

Ahora la pregunta del millón es cómo evolucionará ese rol durante el mandato.

Hay quienes ven en ella a una figura similar a Raisa Gorbachov, esposa de Mijaíl Gorbachov, quien ayudó a humanizar al líder soviético cuando la Unión Soviética se vino abajo, mientras que otros la ven como una nueva Michelle Obama: moderna, carismática y glamurosa.

También ha sido comparada con la exprimera dama de Francia y esposa de Nicolas Sarkozy, Carla Bruni.

Guerrera cultural y de las artes

Primera dama china

Durante décadas, la primera dama protagonizó programas de televisión en China, entonando canciones folklóricas que elogiaban al país.

Cuando Peng Liyuan conoció al presidente Xi Jinping, en 1986, era mucho más famosa que él.

Durante décadas, la primera dama protagonizó programas de televisión estatales en China, entonando canciones folklóricas que elogiaban el maravilloso ascenso de China.

En ese entonces, el actual presidente era el teniente de alcalde de la ciudad de Xiamen, en el sur de la provincia de Fujian.

Pero Peng Liyuan no siempre mantuvo una relación color de rosa con el Partido Comunista. Al igual que Xi Jinping, su familia fue perseguida durante la Revolución Cultural.

En una entrevista con la televisión china en 2004, dijo que a su padre lo categorizaron como un "contrarrevolucionario", porque algunos de sus parientes sirvieron en el ejército taiwanés.

Esas dificultades no impidieron que a la edad de 14 años ingresara a la Shandong University of Arts para formarse en canciones populares chinas.

Posteriormente, se unió al Ejército Popular de Liberación (1980) para trabajar como lo que se conoce como "una guerrera del arte y la cultura". Pero fue su desempeño en la primera Gala de Año Nuevo de la Televisión China Central (CCTV) lo que la convirtió en una celebridad nacional.

Desde que se supo que su esposo asumiría el mandato chino, se la ha visto muy poco sobre escenario, en los grandes espectáculos de gala de la televisión estatal.

"Aunque todos conocen su nombre, su música le gusta especialmente a las personas de más de 40 años", explicó He Li, director del China Folk Song Music Board.

"La mayoría de sus fans son personas que nacieron en una época en que había poca variedad de artistas y de canales de radiodifusión. En ese entonces no había mucho entretenimiento”, explicó. "No tiene el mismo éxito en la generación de hoy".

En cambio, su belleza y elegancia atrae a todas las generaciones. Entre los millones de mensajes que circulan por las redes sociales, parece haber un sentimiento común: la alegría de tener a una primera dama que se destaca por su apariencia física.

Mientras continúan las especulaciones sobre su función en este nuevo mandato, Peng Liyuan confirma que, a diferencia de las esposas de los mandatorios anteriores en China, no permanecerá detrás del escenario.