Paz en Colombia: por qué funcionó el acuerdo con el M-19 (y qué diferencias tiene con el de las FARC)

Una firma fue a puerta cerrada, sobria, con no más de 50 personas como testigos. La otra fue en una fastuosa ceremonia en Cartagena ante la presencia de miles de personas, entre ellas importantes personalidades de la política mundial.La manera como se firmaron los acuerdos de paz entre el Estado colombiano y las guerrillas del M-19, hace 30 años, y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el 26 de septiembre de 2016, es apenas una de las diferencias que marcaron los dos procesos.
El 9 de marzo de 1990 el gobierno de Virgilio Barco firmó un pacto de paz con el Movimiento 19 de abril, el primero entre un Estado y una guerrilla en América Latina.Y, en términos generales, funcionó: el grupo insurgente dejó las armas, el Estado garantizó la participación política de los combatientes y hoy algunos de ellos, como Gustavo Petro, ejercen política dentro de la legalidad.Diferentes guerrillas, diferentes procesos
Los dos movimientos se originaron durante un periodo conocido como el Frente Nacional, entre 1958 y 1974, un acuerdo entre los dos principales partidos políticos para turnarse la presidencia y evitar la violencia.Pero sus orígenes ideológico y geográfico son distintos: el M-19, creado en 1970, fue una guerrilla urbana de corte socialdemócrata, mientras que las FARC, fundadas en 1964, eran un movimiento campesino y comunista.El M-19, creado tras un supuesto fraude electoral del Partido Conservador, se dio a conocer con operaciones de carácter simbólico más que militar: su primer gran golpe, por ejemplo, fue robarse de un museo la espada del Simón Bolívar —que entregaron al firmar la paz— con la promesa de que la devolverían cuando las causas políticas del Libertador se hicieran realidad.Secuestraron políticos y miembros de la élite empresarial, asaltaron unidades militares y diplomáticas y se tomaron el Palacio de Justicia en 1985 con un saldo de 98 muertos.¿Por qué no fue así con las FARC?
La oposición al proceso de paz con el M-19 fue menor, mientras que el de las FARC tuvo como principal crítico al político más popular de la historia reciente del país: Álvaro Uribe Vélez, presidente entre 2002 y 2010.Cuando empezó el proceso con las FARC, en 2012, un 70% de los colombianos estaba a favor, según encuestas. Pero cuatro años después, ganó el "no" en el plebiscito que refrendaba el acuerdo. "Es ahí donde yo le cargo mucha responsabilidad a las FARC", asegura Humberto de la Calle, jefe negociador del gobierno. "Yo tengo la convicción de que hubiéramos podido terminar antes, lo cual le hubiera dado más espacio a Santos para la implementación y para lograr una situación más estable"."Pero las FARC cayeron en la lascivia del micrófono, hacían declaraciones todos los días, creían que con eso ganaban plataforma para su futuro político y lo que hicieron fue al revés: demorar y crear incertidumbres en la sociedad".De la Calle, quien luego de firmada la paz fue candidato a la presidencia y no pasó a segunda vuelta, dice que "nunca previmos que se demorara tanto".Ahora puedes recibir notificaciones de BBC Mundo. Descarga la nueva versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.https://www.youtube.com/watch?v=6ekpZ0RCrs4https://www.youtube.com/watch?v=RoLkevaKAvg
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