El mexicano Javier "Chicharito" Hernández vio cortada abruptamente su carrera en Manchester United con la llegada del holandés Louis van Gaal al banquillo en 2014.
Primero tuvo que emigrar al Real Madrid por una temporada y luego empacó definitivamente para convertirse en una de las figuras del Bayer Leverkusen alemán.
Pese a su exilio futbolístico siguió haciendo lo que más sabe hacer, marcar goles, y es esa cualidad del delantero mexicano la que extraña el portugués José Mourinho, quien admitió que nunca lo hubiera dejado ir de Old Trafford.
"Manchester United vendió a jugadores que yo nunca hubiera vendido y compró jugadores que nunca hubiera comprado", admitió el técnico lusitano en entrevista exclusiva con la BBC.
"Nunca hubiera vendido a Di María, Chicharito, Danny Welbeck. Nunca, ninguna oportunidad", afirmó.
De los tres, Chicharito fue el más prolífico, anotando 59 goles desde que se convirtió en diablo rojo en 2010, mientras que Welbeck, quien había surgido de las inferiores del equipo y salió del United al mismo tiempo que el mexicano, logró sumar 20 goles antes de ser traspasado al Arsenal.
Los sustitutos de ambos fueron el argentino Ángel di María, quien estuvo bajo las órdenes de Mourinho en el Real Madrid, y el colombiano Radamel Falcao.
Entre ambos sólo pudieron anotar ocho goles en la única temporada que estuvieron en Manchester.
Montaña rusa
Desde la llegada de Mourinho, Manchester United ha dependido del acierto goleador del sueco Zlatan Ibrahimovic, autor de 26 goles en lo que va de año, y continuamente ha manifestado su decepción por la falta de puntería frente al arco.
Su primera temporada al frente del equipo ha sido como una montaña rusa de emociones.
Descartado por el título de la Liga Premier, ubicado sexto en la tabla y eliminado de la Copa FA, los diablos rojos ganaron la Copa de la Liga, la Community Shield (supercopa inglesa) y están en cuartos de final de la Liga Europa.
Esa disparidad, considera Mourinho, refleja el difícil camino que le queda al club por recorrer para volver a ser una potencia en la élite del fútbol.
"No estamos listos para ser el Manchester United", admitió.
"No estamos listos para ser una fuerza dominante. No estamos listos para tratar de ganar todo".
"Debido a la naturaleza de este club, y de la mía, estamos listos para luchar por cada partido, por cada punto. Pero hay una distancia entre la ambición general de un club tan gigante y lo que somos en realidad", explicó.
"Muchos otros equipos en Inglaterra terminarán la temporada sin ganar un trofeo", continuó el técnico portugués, "pero nosotros tenemos que luchar por estar entre los cuatro primeros, tenemos que luchar por la Liga de Campeones. La copa no es suficiente para decir que la temporada terminó".
En la entrevista, Mourinho también dijo que se había encontrado con un club "triste" cuando llegó el año pasado y recomendó a los aficionados que no esperen un regreso a los años de gloria que vivió el equipo a la órdenes de Alex Ferguson, con quien ganó 13 ligas y dos Champions en 26 años.
"Olvídalo. No trates de ir 10, 20 años atrás porque ya no es posible", reconoció con honestidad quien ha sido campeón en Portugal, Inglaterra, Italia y España.
"Te muerdo y adiós"
El técnico considera que fue "más fácil conseguir los objetivos en los otros clubes" en los que trabajó que en Manchester United y que de una manera le ha tocado adaptarse a la manera de jugar de ataque que ha sido característica en la historia del club.
"Yo siempre trato de obtener lo mejor de mis jugadores y siempre trato que mis equipos jueguen de la manera que mejor se adapta a ellos".
"Normalmente dominamos los partidos, normalmente tenemos la pelota, normalmente creamos muchas oportunidades, pero tenemos que matar los partidos, tenemos que matar a los rivales. No puedes jugar abierto ni ofensivo porque si no matas, te matan".
"He ganado tantos partidos y tantos títulos en mi carrera de la otra forma, siendo seguro, estando bajo control, esperando por el error. Te muerdo y adiós", recordó.
"Ahora tenemos que matar los partidos para obtener el completo placer de jugar bien, de una cierta manera. Pero ganar los partidos es lo que nos falta".
Mourinho, de 54 años, firmó por tres temporadas y no descarta que pueda quedarse en el club cuando finalice el actual contrato en 2019 para cumplir con el que es su gran objetivo más allá de ganar títulos.
"La base tiene que ser la empatía con los aficionados y eso se fundamenta en la calidad de nuestro fútbol. Eso tiene que ser la base de todo".
Por algo, recordó, "Manchester United tiene un nombre, un prestigio, algo mágico en fútbol que atrae a todos".