Reloj en Baselworld

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El valor de las exportaciones de relojes suizos subió 2,7% el año pasado.

Aunque vivimos en una era digital, todavía hay partes del mundo que siguen las reglas analógicas.

Baselworld, la feria de relojes y joyas más grande del planeta, acaba de comenzar en la ciudad suiza de Basel, con un despliegue de lujosos productos que incluyen Rolex de última generación, relojes híbridos futuristas y joyas centenarias.

Es un mundo donde cualquier producto puede valer miles de dólares… incluso cientos de miles.

Se trata de relojes hechos con la máxima precisión, habitualmente en ediciones limitadas y que, en algunos casos, han tomado años de desarrollo por parte de ingenieros especializados.

Por ejemplo, un reloj de pulsera puede tener alrededor de 100 piezas. Pero el reloj de bolsillo Calibre 89 de Patek Philippe tiene 1.728.

Reloj en Baselworld

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Muchos de los relojes de lujo son ediciones limitadas.

Y para poder competir, las grandes marcas apoyan sus campañas de marketing con grandes celebridades, actores o deportistas. Está previsto que este año asistan personajes como Maradona, Usain Bolt y José Mourinho.

¿Pero vale realmente la pena?

"Baseworld sigue siendo el más importante encuentro de la industria relojera", dice Ricardo Guadalupe, director ejecutivo de Hublot.

Uno de los productos que la empresa lanzará en la feria es el primer reloj del mundo elaborado con cerámica de un intenso color, una innovación cuyo desarrollo les tomó cuatro años, cuenta Guadalupe.

Hublot Red Magic watch

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La empresa Hublot pasó cuatro años desarrollando el "Red Magic watch". (Foto cortesía Hublot)

Los nuevos productos habitualmente se mantienen en secreto hasta que llega el día del lanzamiento. Y entre ellos, las nuevas versiones de Rolex, que exhibió sus productos por primera vez en la Baseworld de 1939, siguen siendo las más esperadas por empresas, coleccionistas y aficionados.

Nuevos relojes inteligentes híbridos

En el evento serán presentados nuevos relojes inteligentes híbridos, que tienen un aspecto tradicional, pero al mismo tiempo se conectan utilizando las últimas tecnologías disponibles en el mercado.

Esa ha sido una estrategia desarrollada por algunos fabricantes de piezas de lujo que quieren competir con los teléfonos inteligentes de Apple, aprovechando la exclusividad de sus marcas.

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La mayor demanda de relojes de lujo proviene de China y Hong Kong.

Sin embargo, para los que son puristas de la tradición suiza, está la compañía Patek Philippe.

Pero, ¿quiénes han comprado estos relojes?

La reina Victoria y el príncipe Alberto, por ejemplo, los adquirieron en 1851 en la Gran Exhibición de Londres.

Los fabricantes de relojes de lujo son muchas veces considerados como productores de máquinas de alta tecnología en formato de miniatura.

La empresa MB&F, con sede en Ginebra, tiene una historia que la caracteriza por revelar productos inusuales y vanguardistas.

"No hay un argumento racional para fabricarlos, excepto que son maravillosas piezas de arte", dice Charris Yadigaroglou.

"La razón es la belleza y su mecánica".

Tiempos difíciles

Sin embargo, el glamour de esta lujosa feria no puede esconder las dificultades económicas que ha vivido la industria de los fabricantes de relojes.

Esta edición de Baselworld fue reducida de ocho a seis días y el número de expositores bajó en cerca de 400.

Reloj en Baselworld

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Algunos teéfonos parecen modelos tradicionales pero tienen las ventajas de la conectividad total.

La desaceleración de la economía mundial en los últimos años, la popularidad de los relojes inteligentes entre los jóvenes y las severas medidas que ha tomado el gobierno chino contra la corrupción (considerando que los relojes lujosos suelen ser exclusivos regalos), han puesto en una difícil situación a los fabricantes.

A pesar de lo anterior, se ve luz al final del túnel.

El valor de las exportaciones de relojes suizos subió 2,7% en 2017, llegando a unos US$22.500 millones, según la Federación de la Industria de Relojes Suizos.

Pero la otra cara de la moneda, la enfrentan los productores que hacen relojes comunes para un segmento masivo. El número total de relojes exportados bajó 4,3% el año pasado, llegando a poco más de 24 millones.

"El precio promedio de un reloj chino es de US$4. El precio de uno suizo es de US$800. Y los japoneses están en algún lugar en el medio" dice el presidente de la federación, Jean-Daniel Pasche.

La recuperación del mercado de los relojes de lujo se debe a una mayor demanda de Asia, especialmente de China y Hong Kong.

Reloj en Baselworld

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"No le tememos a la competencia", dicen los productores suizos.

Pero las amenazas contra los fabricantes suizos siguen creciendo, tanto por el lado de Japón -que quiere llegar a los segmentos exclusivos-, como por parte de empresas como Apple, que actualmente es el mayor fabricante de relojes del mundo.

¿Será que la pequeña recuperación de la industria relojera suiza es transitoria? "No le tememos a la competencia", dice Pasche. "Depende de nuestras marcas mantener la posición de liderazgo".


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