Al menos 34 personas han muerto en enfrentamientos en Egipto entre simpatizantes del derrocado presidente Mohamed Morsi y las fuerzas de seguridad.

En la capital, El Cairo, donde la mayoría de las muertes tuvieron lugar, soldados y policías utilizaron gases lacrimógenos y dispararon al aire para alejar a los manifestantes de la Plaza Tahrir donde tuvo lugar la celebración del 40° aniversario de la Guerra de Octubre de 1973 contra Israel.

Los simpatizantes de Morsi habían dicho que utilizarían el aniversario para salir en masa a las calles para denunciar lo que consideran fue un golpe militar.

También ha habido protestas y enfrentamientos en otras partes del país.

Se informó que más de 200 miembros del movimiento de los Hermanos Musulmanes, que fue prohibido recientemente, fueron arrestados en la capital.

Los simpatizantes de Morsi marcharon en varias ciudades, protestando por lo que dicen fue un golpe militar, mientras el gobierno apoyado por los militares festejaba el aniversario de la guerra.

Momento crítico

El corresponsal de la BBC en El Cairo, Quentin Sommerville, informó que en el lujoso distrito de Dokki, varios manifestantes fueron alcanzados por proyectiles, algunos de perdigones.

Enfrentamientos en El Cairo

28 personas murieron en los enfrentamientos.

Los manifestantes respondieron lanzando piedras a la policía y soldados, agrega el corresponsal.

Las batallas en las calles se extendieron durante horas y en varias partes de la capital podia verse humo negro en el aire.

Cientos de personas se habían reunido en la Plaza Tahrir para conmemorar el aniversario millitar. Aviones y helicópteros de combate realizaron vuelos conmemorativos como parte de un gran despliegue de equipo militar organizado por el gobierno.

El ministerio del Interior había advertido anteriormente que "enfrentaría cualquier intento de alterar las celebraciones del 6 de cotubre".

En un discurso en la televisión, el primer ministro Hazem Beblawi, describió el día como "un momento crítico" para el país e instó a los egipcios a "mantenerse unidos y ser optimistas sobre el futuro".

Cientos de manifestantes islámicos han muerto en la violencia que comenzó cuando los militares depusieron al señor Morsi en julio, 13 meses después de que fuera electo presidente en elecciones generales.

Desde entonces sus simpatizantes continúan tomando las calles en protesta, aunque tal como informan los corresponsales, en números menores que antes.