El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, pidió este martes a Estados Unidos que se retracte de la acusación de narcotráfico contra el vicepresidente, Tareck El Aissami.
"El ataque no es al vicepresidente, sino a una revolución, a un país. El objetivo final soy yo. No pueden conmigo ni podrán. Estamos protegidos por Dios", dijo Maduro en televisión.
El presidente ordenó a la canciller de su país,Delcy Rodríguez, citar al encargado de negocios de Estados Unidos en Venezuela para entregarle una nota de protesta y para exigirle que el país norteamericano "se retracte de estas acusaciones".
Desde 2010 no hay embajadores en Caracas y Washington, y ambos mantienenreducidas representaciones consulares.
"Que ofrezcan excusas públicas", pidió Maduro, que prometió responder "paso a paso, con equilibrio y contundencia".
Estados Unidos sancionó el lunes a El Aissami congelando sus activos en el país y prohibiéndole la entrada. El Departamento del Tesoro acusó al abogado de jugar "un papel importante en el tráfico internacional de narcóticos".
Maduro consideró la acusación una "conspiración de laderecha venezolana".
"Esto es una venganza del narcotráfico sumado a la conspiración de la derecha venezolana que se fue a Washington a pedir estas medidas. La ultraderecha se fue a hacer 'lobby' tomando en cuenta que se está iniciando una nueva administración en Estados Unidos", dijo el presidente.
El jefe de Estado venezolano aseguró hoy que el país caribeño va a activar todos los mecanismos "legales, diplomáticos, políticos, nacionales e internacionales para contrarrestar, para desmotar esta infamia".
102 capos
Maduro defendió a El Aissami, del que dijo que fue "el mejor ministro del Interior" de los últimos años.
Según sus datos, capturó durante su gestión en la cartera de Interior y Justicia a 102 capos de la droga.
En un comunicado, el Ministerio de Exteriores condenó también la sanción a El Aissami.
"Es lamentable y altamente peligroso que la burocracia estadounidense, en conjunción criminal con factores violentos y extremos de la oposición venezolana, encaminen las relaciones de la nueva administración a perpetuar los errores históricos cometidos por el expresidente Barack Hussein Obama contra Venezuela", se lee en el comunicado.
La decisión del Departamento del Tesoro es la primera contra un miembro del gobierno de Venezuela desde la la llegada del presidente Donald Trump.
Un mensaje al pueblo venezolano
Este martes, el nuevo secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, aportó significado político a la sanción tras una investigación de varios años.
El presidente Trump quiso "enviar un mensaje claro al pueblo de Venezuela de que Estados Unidos está de su lado", dijo Mnuchin.
Este caso podría incrementar la tensión entre dos países que desde 2010 ni siquiera intercambian embajadores en Caracas y Washington.
El gobierno de Maduro acusa desde hace años a Estados Unidos de promover planes de desestabilización, incluida una supuesta "guerra económica" con la que el Ejecutivo justifica la grave crisis económica que atraviesa el país.