A partir del 1 de diciembre, los ministros del gobierno de Sudáfrica tendrán que apretarse el cinturón. Se acabarán los viajes en primera clase, los traslados en autos oficiales de lujo y estancias en hoteles cinco estrellas. Incluso, serán despojados de sus tarjetas de crédito.

La medida fue anunciada esta semana por el ministro de Finanzas de ese país, Pravin Gorghan, quien considera que el recorte de este tipo de gastos ministeriales puede ahorrarle al gobierno más de US$100 millones.

Los altos funcionarios también serán sometidos a una especie de ley seca, pues Gordhan también anunció que el gobierno dejará de ofrecer alcohol en los eventos de Estado.

"Los partidos de oposición acogieron con satisfacción la reducción del excesivo gasto público", informó el corresponsal de la BBC en Ciudad del Cabo Mohammed Allie.

En los últimos años, los ministros sudafricanos habían sido protagonistas de escándalos por sus extravagantes gustos y gastos.

El diario local Mail&Guardian informa que hace cuatro años, el ministro de educación gastó más de US$100.000 en un nuevo BMW.

Un año más tarde, fue la entonces ministra de comunicaciones quien saltó a los titulares. Sus estancias en hoteles 5 estrellas le costaron al gobierno más de US$50.000.

Esta funcionaria también fue conocida por sus derroches de coñac y vino.

Viaje a Nueva York: US$700.000

Hotel cinco estrellas en Durban

Se acabaron las estancias en habitaciones de hoteles 5 estrellas.

Pero quizás lo que derramó el vaso fue el viaje que organizó el Ministerio de la Mujer, Niñez y del Pueblo a Nueva York con 49 delegados. Según el periódico local Sunday Times, tanto la ministra como sus invitados viajaron en business class y se quedaron en hoteles cinco estrellas. Todo para participar en una cumbre de género.

Se estima que este paseo a la gran manzana le costó al pueblo sudafricano casi US$700.000.

Sin embargo, este escándalo no amainó a los ministros. Recientemente, se dio a conocer la noticia de que otra funcionaria gastó US$5.100 con su tarjeta de crédito en comida rápida.

Durante su discurso de presentación del presupuesto para la segunda mitad del período, Gordhan dijo que, como gobierno, "reconocemos que también debemos ofrecer una relación calidad-precio. Y a pesar de que la mayoría de los gastos del gobierno se manejan eficientemente, existen muchas oportunidades para recortar o minimizar los costos y detener el abuso".

Así que a partir de ahora, nada de tarjetas de crédito, viajes en clase turista, estancias en apartamentos alquilados y brindis con jugos. En cuanto a los traslados en autos oficiales: los justos.

No obstante, el corresponsal de la BBC aclaró que el ministro de finanzas esquivó una polémica pregunta sobre los US$20 millones que se están gastando para reformar una finca del presidente sudafricano Jacob Zuma. "Por otro lado, también admitió que si se decide que es necesario un nuevo avión presidencial, se comprará".