Este domingo murió en Belgrado uno de los últimos símbolos de la desaparecida Yugoslavia, la viuda del creador de la malograda federación balcánica, Mariscal Josip Broz "Tito"

Jovanka Broz falleció a los 88 años de un problema cardíaco, informó la dirección del hospital de la capital serbia en el que estuvo internada desde agosto.

Tras el fallecimiento de Tito, Jovanka Broz tuvo una vida de reclusión, mientras el país que ayudó a construir bajo el gobierno de su esposo se desintegraba violentamente.

Hasta 1980 Broz fue la primera dama de la federación yugoslava, pero tras la desaparición de Tito fue puesta bajo arresto domiciliario por el nuevo liderazgo del país, sus propiedades confiscadas y se le retiraron todo los privilegios, al punto que sus últimos años los vivió en una residencia subsidiada.

Al expresar sus condolencias e informar a la nación sobre el fallecimiento de la viuda de Tito, el primer ministro de Serbia, Ivica Dacic, dijo que el país había perdido una testigo importante de la historia nacional.

“Con la muerte de Broz, nos quedamos sin uno de los más confiables testigos de la historia de nuestro antiguo país”, dijo Dacic, cuyo gobierno favorece la idea de que se cumpla la voluntad de la exprimera dama de ser enterrada en el mismo monumento en el que reposa Tito.

Jovanka y Tito

La serbia Jovanka y el croata Tito se conocieron en los años de la Segunda Guerra Mundial (1.939-1.945), cuando éste era líder de las guerrillas partisanas que luchaban contra los nazis y ella integraba una brigada femenina guerrillera.

Al final de la guerra el croata Tito tomó el poder y Broz, que era serbia, empezó a trabajar en diferentes asignaciones para el. Ahí comenzó una relación que culminó en su matrimonio en 1952. Ella era 32 años menor que el líder comunista.

Al contrario de sus colegas de la Europa comunista del este, Jovanka llevó un tren de vida glamoroso y era conocida en los círculos internacionales por su elegancia y buen gusto.

La línea independiente que frente a la Unión Soviética mantuvo Tito y sus buenas relaciones con países de Occidente.

Cuando en 1961 se fundó en Belgrado el Movimiento de Países No Alineados, promovido por Yugoslavia, Jovanka pasó a conocerse como la "primea dama de los no alineados"

Pero a mediados de los 70 el Mariscal y la Primera Dama empezaron a distanciarse por razones políticas, al punto que el propio Tito ordenó que se le hiciera una investigación por una supuesta confabulación en su contra.

yovanka broz, viuda del mariscal tito

Yovanka Broz era muy conocida por su elegancia.

Eso significó su desaparición de hecho de la vida política, aunque a la muerte del líder yugoslavo, en 1980, estuvo en los funerales de estado como su viuda.

El nuevo gobierno, sin embargo, la puso bajo arresto domiciliario y eventualmente la despojo de sus propiedades y otras pertenencias, condenándola a una vida de pobreza que contrastaba con la opulencia que caracterizó sus años en el poder.

"Como una Ana Bolena balcánica (segunda esposa del rey inglés Enrique VIII),Jovanka cayó víctima de las conjuras políticas alrededor de su esposo", explica el corresponsal de la BBC en Belgrado, Guy De Launey

Desintegración yugoslava

Tras la muerte de Tito las tensiones interétnicas yugoslavas crecieron al punto que, a principios de los 90, la federación empezó a desintegrarse consumida en guerras internas.

Siete naciones independientes quedaron tras una conflagración que dejó más de 100.000 muertos y millones de personas desplazadas de sus hogares.

En el 2001 Broz ofreció una entrevista al diario Blic en la que aseguró que vivía sin calefacción y frecuentemente sin electricidad y que carecía de ingresos para sustentarse.

Sus años finales Broz los pasó en una residencia subsidiada del estado y no fue sino hasta 2009 cuando el gobierno serbio le otorgó un documento de identidad y empezó a mejorar su situación personal.

“Desafortunadamente, la injusticia histórica había apenas empezado a corregirse hacia el final de su vida”, se lamentaba este domingo el primer ministro Dacic.