La superestrella gigante KSN 2011d, es unas 500 veces más grande que nuestro Sol y está a 1.200 millones de años luz.

"Para poner estos tamaños en perspectiva, la órbita de la Tierra alrededor del Sol encajaría cómodamente dentro de estas estrellas colosales", explicó el profesor de astrofísica de la Universidad de Notre Dame Peter Garnavich, en un comunicado de la NASA.

Su muerte –y la creación de una supernova– fue captada por el telescopio espacial Kepler.